Grecia esta de luto por las 15 personas que murieron en las inundaciones registradas cerca de Atenas, que prensa y científicos calificaron como una «catástrofe anunciada» por décadas de violación a las reglas de urbanismo.
Yianna Krikouki, alcaldesa de Mandra, una de las áreas más afectadas al noroeste de Atenas, dijo que los residentes estaban «atrapados en sus casas; en algunas, el agua subió hasta un metro de altura y no hay servicio de electricidad y agua”. Más de 20 personas resultaron heridas y una más está desaparecida, en un desastre que la prensa local ha descrito como “bíblico”.
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