*Hoy, un periodista es amenazado de muerte con todo lo que da la impunidad del poder temporal
Por José Agapito Robles/Censura.- No es nuevo el hecho de que funcionarios de primer nivel de la administración del Cuatrienio que encabeza el perredista Antonio Echevarría García en Nayarit, lance a sus huestes contra comunicadores críticos, tal y como ocurrió recientemente con el periodista local Larry Cañonga, amenazado de muerte por el director estatal de Tránsito, Tahuahua .
Ya antes, otro periodista crítico fue levantado y ejecutado por efectivos de Tránsito y en el hecho, por encubrimiento, cayó la directora de esa corporación nombrada por Antonio Echevarría García.
Las manos de éste perredista se han manchado de sangre.
Hace no muchos sexenios atrás, cuando gobernó Rogelio Flores Curiel, un reportero de la época, Oscar González Bonilla, cuando se le hizo fácil querer entrevistar al padre del actual gobernante, en aquellos tiempos Antonio Echevarría Domínguez, hacía funciones de Tesorero, su reacción fue darle empujón que llevó al tundemáquinas a besar el suelo, estrellando el cristal de sus lentes.
La reacción fue reprobable. El jefe de prensa del gobernante, Pepe Reyna, le notificó lo ocurrido al gobernador Flores Curiel quien ordenó comprarle lentes nuevos al periodista y a su funcionario lo mandó a rehabilitación de alcohólicos.
Hoy, amenazan y matan. Hoy eso marca la diferencia.
