ANTORCHA POLÍTICA
Por Jorge A. Contreras
Al tomar posesión del gobierno Roberto Sandoval, estaba investido por la ruptura con el establecimiento de las formas de convencionalidades política. Se creía haber roto con ello, al momento de pronunciar su discurso político, estábamos asistiendo a la creación de una nueva camarilla de persecución mediática de quienes lo antecedieron, privilegio a los que lo siguieron e intolerancia para quienes en el futuro lo cuestionaran. El cambio duró solo unos minutos.
La confrontación del crimen organizado contra el crimen organizado había sido un quebranto previo y durante la campaña electoral. El cese de las hostilidades de debió a acuerdos entre los confrontados, fue entonces que se nos vendió la idea de una eficiente policía. Aparato que funcionó mejor para actos mercantiles y para la represión política.
La oferta de cuentas claras y esclarecimiento de hechos, fue una farsa. No se negoció con el anterior régimen, solo se cubrieron todos, pues ellos mismos estaban inmiscuidos. Era más firme las pruebas del que se fue, del que llegaba. En el aparato administrativo se llenaba de recomendados para el pago de la lealtad, quienes habían obtenido su basificación, pobres plazas laborales, fueron desconocidas y regresadas después en juicios laborales. El Gobierno de la Gente dio entonces un cambio radical, cambió al juzgador laboral por un abyecto.
Se desató una persecución mediática contra la delincuencia organizada. Pero luego vino una etapa de compasión y se protegió a la sociedad de un crimen desorganizado. Los abusos administrativos y judiciales se multiplicaron. Al tiempo de que se publicitaba un lugar privilegiado de seguridad.
Los partidos políticos se convirtieron en cómplices de todos los excesos. Solo hubo quejas en cuanto había procesos electorales, fuera de ello, pareciera que nadie existía. Sus líderes se avocaron al dinero fácil y en posiciones secundarias. Cuando vino el primer repudió se manifestó en las urnas. Una mala táctica de la Alianza de Facto generó las posibilidades de que el gobierno continuara. Si se hayan conservado bajo un solo logo partidistas en las elecciones del 2014, lo lograrían. Pero el último gobierno priísta ya era un repudio general.
La sociedad se desmovilizó, los organismos empresariales actuaron como golpeadores de toda disidencia, el resto de organizaciones laborales y sociales quedaron atrapadas en la falta de un esquema de defensa de sus derechos. Las pocas excepciones llevaron movimientos extremos y quedaban en riesgo. Como cuando quitan una camioneta a Agueda Galicia y golpean a su chofer, cuando amagan a los profesores de telesecundaria y seleccionan una amenaza contra los del sindicato de CONALEP. Otras sufren paralelismo sindical, injerencia en la imposición de liderazgos y pese a que no lo lograron por astucia de los dirigentes, la constante fue el arrebato.
Todos los partidos políticos incurrieron en socavar los derechos de sus militantes al perfilar los candidatos que para sus líderes eran los adecuados. La lista de prospectos del PRI en las dos elecciones federales (2012 y 2015), así como las locales de (2014 y 2017), al más puro estilo de la ortodoxia política de los años setentas para atrás, se hicieron por designación, incluso contra quienes estaban mejor posicionados entre ellos, hubo sinrazón para poner a unos y dejar a otros. En eso estaban que dejaron abiertas la posibilidad de la huída. El resto de los partidos también acotó a sus militantes. La sociedad nayarita había sido trastocada y sus líderes, todos responsables del atraso democrático.
Aún así, se fueron a elecciones y son la expresión minoritaria las principales fuerzas políticas.
2.- LOS CANDIDATOS QUE HUYERON DEL PRI POR FALTA DE DEMOCRACIA
Primero violentan sus derechos y después los corretean por “chapulines”. Pero de entrada, Beito Estrada le hizo hasta las últimas para lograr ser candidato del PRI en Acaponeta. Cancelada su posibilidad se fue a MORENA y salió airoso.
Saúl Parra Ramírez aspiró a la Presidencia Municipal de Amatlán de Cañas por el PRI en el 2011. Entonces se lo chingaron y ningún político le entró al quite. Fue entonces que decide participar bajo las siglas del PRS, le hacen garras el proceso. Con deficiente defensa jurídica lo hacen perder. Para el 2014 no juega y para el 2017 decide hacerlo bajo las siglas del partido Encuentro Social y gana.
Jaime Alonso Cuevas en el 2011 se la había rajado con la gente de Roberto Sandoval, después fue hasta Secretario de Medio Ambiente y se separa del cargo para ser candidato a la Presidencia Municipal de nuevo en 2014. Fue objetado con el paro de que “ya había sido”. Entonces el PRI postula a otros. Para el 2017 decide ser candidato de una alianza PAN PRD y sale airoso. Junto con Héctor Paniagua sepultan al PRI, en el que militaron.
Gloria Núñez había sido tesorera del CDE del PRI y del Ayuntamiento de Compostela con Héctor López Santiago, fue candidata a diputada local en 2011, un año después fue separada del cargo para ser candidata a diputada federal para el 2012 y gana. Ella tenía una mira, ser candidata a la alcaldía de Compostela. Le aventó la carne al asador y fue sacrificada para darle paso Alicia Monroy, le dan una chamba madreada en gobierno y decide abandonar el PRI, es propuesta por el PAN para que sea la candidata de la Alianza y le acomodan las cosas. Hoy ha ganado.
Pascual Rodrigo Ramírez Mojarro había crecido bajo el amparo político de Pascual Ramírez en Santiago Ixcuintla, cuando estaban en el PRI, fue testigo de que a su tío primero y luego a él lo mandaron a la chingada. Después se hizo cargo de Movimiento Ciudadano en donde al dejarlo fuera de la jugada y lo sacrificaron para diputado local en 2014, le hicieron un favor. Fue postulado por la Alianza PAN PRD y sale airoso, ante un candidato repudiado por propios y extraños.
José Octavio Olague en Tuxpan no le dieron chanza de jugar en las filas del PRI en el 2011, se la prometieron y se sumó a la campaña Isaías Hernández Sánchez, para el 2014 lo hicieron pendejo y lo dejaron fuera de la jugada. Para el 2017, es propuesto por la alianza PAN PRD y se impone como candidato.
Marcos Flores Medina fue un promotor del PRI en La Yesca, en donde su hermano Marcos llegó a la Presidencia Municipal. Sin embargo, para el proceso del 2017, el PRI no lo tenía considerado como candidato y ganó el proceso bajo las siglas de Movimiento Ciudadano.
El PRI generó a sus propios verdugos.