Conjeturas
Por Francisco Cruz Angulo
Al igual que en épocas de crisis económica y política cuando afloran las miserias y grandezas de la sociedad lo mismo ocurre en épocas de torrenciales lluvias que arrastran implacablemente todo lo que está a su paso e inevitablemente afloran de las alcantarillas las cloacas que finalmente dañan a las familias más pobres de la sociedad.
Los habitantes de las colonias populares y medias de la población viven este drama por las huracanadas lluvias de este mes.
Este fenómeno natural ha causado inundaciones en la zona oriente de esta capital provocando daños a viviendas, destrucción de enseres domésticos, caída de árboles, apagones de luz eléctrica y cientos de familias damnificadas, además el colapso de importantes arterias viales por enormes encharcamientos de agua y lodo y basura que deja a su paso el meteoro.
¿Quiénes son los responsables de tales desastres?
Los gobernantes culpan a los malos hábitos de tirar basura en la calle que por tal razón se tapan las alcantarillas o eluden su responsabilidad mediante el argumento del inusitado volumen de precipitación de agua.
Sin embargo pocos funcionarios públicos reconocen su responsabilidad, esto es que las actuales obras de infraestructura pluvial y de drenaje o es obsoleto o está mal planeado o es de mala calidad.
En opinión de especialistas en la materia el volumen de agua en esta temporada de lluvia es la misma que la del año pasado.
Lo que ocurre que cada año la mancha urbana crece desproporcionadamente al oriente de esta capital. Lugares donde antes se filtraba el agua pluvial hoy son planchas de concreto.
Agreguemos a lo anterior la deforestación del cerro de San Juan por las miles de hectáreas siniestradas por los incendios, lo que provoca avalanchas de agua y lodo que se precipitan a las zonas bajas.
Ante tales fenómenos las autoridades competentes en lugar de tomar políticas preventivas reaccionan con medidas improvisadas y de última hora como desazolvando canales, conductos subterráneos, entregando despensas, reparando selectivamente daños a casas habitación y medio reparando vías de comunicación. Año tras año estamos encerrados en este círculo vicioso.
¿Por qué razones nuestros gobernantes no enfrentan este problema a fondo, es decir el planear y ejecutar un drenaje profundo de acuerdo a la tasa de crecimiento de la población tepicense?
En vez de ejecutar obras públicas de relumbrón deberían ser prioridad estas obras de infraestructura que si bien no se ven y dejan voto en cambio sí resolvería de fondo ese problema recurrente de las inundaciones de la zona oriente de esta capital.
El problema de las inundaciones y del abastecimiento de agua potable en esta capital deben ser considerados de salud pública y por lo tanto deben ser considerados prioritarios para el próximo gobernador Antonio Echevarría García y para el Mtro. Francisco Javier Castellón Fonseca alcalde electo de Tepic.
Ambas administraciones emanadas de un mismo proyecto de gobierno aliancista y apoyados contundentemente en las urnas y con el apoyo mayoritario en la próxima legislatura estatal tienen la posibilidad de resolver de fondo estos graves problemas que han flagelado durante años a los tepicenses…