Al menos 36 muertos en Filipinas tras el ataque perpetrado ayer por un hombre armado en un hotel de lujo en Manila
Según fuentes policiales, sólo había un asaltante que fue abatido en la operación.
Poco después de los hechos, Dáesh atribuyó la incursión a “lobos solitarios del califato”. La reivindicación procedería de Marawi, en el sur del país, donde milicias islamistas afines a Dáesh combaten desde hace diez días contra tropas gubernamentales.
La mayoría de las víctimas perecieron asfixiadas por el humo después de que el sospechoso prendiera fuego a varias mesas de juego y otras durante la estampida general, declaró un portavoz de los bomberos, según recoge el canal ABS-CBN.
Las redes sociales mostraron imágenes de las escenas de pánico que se produjeron tras escucharse los primeros disparos.
El grupo Estado Islámico ha emitido rápidamente un comunicado en el que asume la autoría del ataque, que tiene como telón de fondo la ofensiva del Ejército Filipino contra los yihadistas del grupo Maute, una organización armada próxima al Dáesh en la sureña ciudad de Marawi, en la isla de Mindanao.