ANTORCHA POLÍTICA

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Las huellas de la batalla universitaria
Como se hace en los pleitos de las élites familiares, el grupo que no llega a obtener la posición rectoral se desgarra las vestiduras ante la propia comunidad, ante la sociedad por motivos que no son de repercusiones sociales, sino por conductas personales al no estar cercanos del mando universitario. En la lucha del poder público es igual.
La UAN desde su fundación ha tenido innumerables grupos políticos que se han construido al calor de los conflictos universitarios, de los nuevos nombramientos de directores y funcionarios, del relevo de cada periodo, de la jubilación de los anteriores que también hicieron su lucha.
Los candidatos a rectores o a otras posiciones, no todos tuvieron cabida. Los que llegaron asumieron el mando y desactivaron a los adversarios con la incorporación, cesión de cuotas o con la exclusión. Los que no llegaron toda la oportunidad que pudieron, se aparecieron como víctimas de la exclusión, cuando ellos mismos fueron excluyentes en su oportunidad.
Impusieron un marco legal que les impidiera dar el paso a otras expresiones, cuando pudieron no cambiaron el marco jurídico de la situación que se quejaron los de otros procesos, como se quejan los del último proceso de elección.
En la universidad hay aves que cruzan el pantano y salen enlodadas. Es decir, las tesis que los excluidos y perseguidos hoy ostentan como injustas ya han aparecido antes en otras y numerables gestiones rectorales: siempre ha habido despidos injustificados que han sido llevados a pleito y han encontrado resolución en indemnizaciones laborales; siempre ha habido supervisión de recursos humanos a través de sus inspectores-policías, y siempre se ha ejercido la intimidación ante la disidencia; Testimonios sobran.
Alfredo Corona Ibarra lo corrieron y jamás regresó a la UAN; el Ingeniero Hernández Campos, Miguel Carrillo, Ángel Ávalos entre muchos más. Pero lo que hoy se vive no es nuevo, lo que seguiré diciendo es de siempre. La inestabilidad que se vive hoy por antagonismo de unos y protagonismo de otros, ya lo vivimos.
Recuerdo que la nomenclatura universitaria era otra desde su fundación hasta 1979. Los periodos rectorales estaban al borde del golpe constante, se hizo costumbre impedir terminar un periodo. La salida del maestro Rubén en 1976 ocasionó, un decanato de catedráticos que mostró el exceso de caudillismo. Luego vino el Triunvirato que terminó igual en descomposición, con la elección de dos Rectores: Jorge Alegría González y Petronilo Díaz Ponce. A la muerte de los trabajadores universitarios, ante una elite intolerante del poder, ocasionó la intervención de SEP y con un representante de ANUIES. Surgió otra clase política universitaria que llevó la fiesta en paz por años, hasta hoy, que se pretende llevar el mismo padrón de que todos son chingones.
Siempre ha habido favoritismo para ciertos académicos que saben hacer lobby y que saben qué investigar y siempre ha habido otros que se quedan todo el rectorado aislados y encerrados en sus cubículos rumiando un porvenir más favorable, y creo que esto sucede en todos los ámbitos sociales y en todas las instituciones, al igual que en las instancias gubernamentales: unos suben, otros bajan.
Ante este panorama de reparto del pastel presupuestal ajeno a los demás grupos que integran la comunidad universitaria, digámoslo así -aunque los académicos no se dedican a eso, sino a investigar en aras de la ciencia y el conocimiento, la divulgación y la didáctica, y por un futuro mejor y otros cuentos- el querer convertir este pleito entre hijos de la misma teta en injusticia social y querer involucrar a toda la sociedad criticando lo que ellos mismos son, su misma esencia, es Repetición innecesaria de un pensamiento usando las mismas o similares palabras y que, por tanto, no avanza información, que se dice es una tautología.
Está complicado votar sin tener derecho a voto. Los universitarios expresan fuera de ánforas su voto y lo defienden, cuando ni siquiera realmente votan el día de la elección, pues por escuela hay 4 concejales universitarios, que son los que votan.
Lo que se hace cotidiano que al criticar a unos y no apoyar a otros, se convierte en un espectáculo de rebatingas, acusaciones, especulaciones que mantienen una zozobra de algo que no va a suceder: Nuevas elecciones.
La historia nos muestra que los privilegiados (a los que la universidad les destina una gran tajada del presupuesto para sus salarios) nunca se ha solidarizado con los problemas laborales de la base que los sustenta, a saber: personal docente de aula o administrativo, becarios , de contrato ,personal administrativo, personal de intendencia (conserjes, jardinería, servicios y labores generales) y estudiantes.
Para los académicos de elite, estos son sólo un recurso más a usar, y la prueba está en que nunca un académico ha alzado la voz a favor de estos trabajadores cuando los conflictos realmente arrecian, y créanme que ha habido muchos. Esta “subclase” universitaria es la que hace que la universidad realmente funcione. Son el engranaje: los administrativos engrasando todas las áreas de la maquinaria llamada UAN; Que al haberlas perdido por el cambio rectoral, se han enloquecido en el reclamo de su cuota privilegiada.
Porque en el fondo de las cosas y rascándole a la semántica del asunto, los privilegiados de la sociedad –la elite que ostenta y explota el conocimiento y el capital cultural- los académicos con poder y poquita responsabilidad laboral, los hijos consentidos de la sociedad universitaria, los privilegiados del acervo cultural, los tomadores de decisiones, los consejeros reales del rumbo social y espiritual, no dan el servicio que deberían de dar a la sociedad y no le regresan a ésta, -que los mantiene-, gran cosa para su transformación y bienestar: su comportamiento no demuestra más que egoísmo y desprecio, sujetos pensantes que no puede afirmar ninguna existencia salvo la suya propia y que se conoce como solipsismo puro.
Porque viéndola con lupa y explicándolo como si yo tuviese senilidad, la función de hombre de la elite de poder universitarios –de ayer y casi de hoy-, por el sólo hecho de estar en donde se encuentra, ya debiese de darse por bien pagado.
Así que a estas horas, en que se han acabado la UAN en tantas expresiones, en tantos abusos y en tantos acuerdos en donde la estabilidad ya no es negociable, la Universidad e siente en el reto de llegar a ser intervenida.
2.- El PAN solicitó que se quitaran estos spot de líder nacional de Morena pues están en campaña
Ciudad de México.- El Instituto Nacional Electoral ordenó el retiro de dos spots de Morena en Nayarit, ya que se está llevando a cabo la precampaña a la gubernatura del estado, todo esto por que predomina la imagen de Andrés Manuel López Obrador, líder nacional del partido.
La Comisión de Quejas y Denuncias en sesión extraordinaria determinó establecer la medida cautelar solicitada por el Partido Acción Nacional, el partido denunció el supuesto uso indebido de la pauta y la violación al principio de equidad.
La comisión detectó que en las grabaciones no se aclara que son spots de precamapaña, difunden propaganda de carácter genérico y en la mayor parte del material aparece la voz e imagen de López Obrador
Adriana Favela, Beatriz Galindo y José Roberto Ruiz, consejeros de la comisión fijaron un plazo no mayor a seis horas, a partir de la notificación formal, para que se sustituya el material denunciado donde aparece la imagen de López Obrador en Nayarit.
Por otra parte, se desechó otra queja interpuesta por el PAN en la que pedía la suspensión de un spot porque sólo promocionaba a un precandidato y ello presumía una violación a la equidad en la contienda.
Sin embargo, los consejeros valoraron que la petición para el spot televisivo denominado “Precampaña Nayarit” fue improcedente, porque detectaron dos que aluden a un segundo precandidato.

Por Jorge A. Contreras