Por EMO/Censura!
*TOÑO OBSEQUIA POR 90 AÑOS LIENZO CHARRO Y «MUSEO DEL CHARRO», COMO SI FUESE DE SU PROPIEDAD; SE ABSTIENE DE HACER LO MISMO CON SU EMBOTELLADORA Y GASOLINERÍAS, ¡ESAS SON DE ÉL!»
Este Viernes la capital nayarita estaba prácticamente semidesértica, el cierre de negocios se dio, solo había para llevar. Los taxistas, cientos, esperando prospectos. Se acabó el bullicio. Sin embargo, acá en el paseo de La Loma, a un costado del lienzo charro, una veintena de albañiles seguía en la construcción del capricho de Antonio Echevarría García: el “Museo del Charro”. Quiere inaugurarlo antes de marcharse. Ya está preparando su “Vara” y el gritito de “Vaaaaaaaa” para salir a pelo montado en su bestia y recibir el aplauso del respetable. El problema, el grandísimo problema, es que tanto el Lienzo Charro como el “Museo del Charro”, los ha entregado en Concesión por 90 años, sí, noventa años, a una Unión de Charros de la cual él es socio. O sea, obsequiar lo que no es de su bolsillo, lo que no es de su propiedad, lo que no le pertenece legalmente, con su manita en la cintura lo pasa para la explotación y negocio de una Asociación de Charros, ¿se vale? Pero claro que no. ¿Por qué no obsequia en concesión de 90 años la Embotelladora de refrescos y agua embotellada, así como la venta de ataúdes a los pobres más pobres de Nayarit? El puesto de Cuatro Años en el poder no le da ese derecho en complicidad con malos diputados que aprobaron el decreto. Eso es corrupción disfrazada. Así que, el que venga al relevo de éste gobernante gris y mediocre aunque habilidoso para los negocios, tendrá que revocarlos y dejarlos sentados en un palo de gallinero. No se vale que aprovechando la pandemia del Covid19, donde todo mundo anda enfrascado en sus problemas personales, viendo cómo salir adelante para pagar el IVA, el ISR, la contabilidad, los salarios de los trabajadores, el IMSS, el Infonavit, pidiendo prestado aquí, allá y acullá, éste sujeto Echevarría García, desde la comodidad de su albarda, se la pase al calor de las copas tomando decisiones que lastiman a todo el pueblo de Nayarit, incluido a sus allegados. Sus venganzas personales, típico de un tipo al que no le agradan las mujeres, trae un pleito casado con Candy Yescas, Presidenta Municipal de San Blas, quien ayer, recorrió varios pueblos denunciando a Toño Echevarría García. Hacía saber al pueblo que si el Gobernador quiere que ella renuncia, ella acepta, pero que también renuncie el empresario del Grupo Álica. De ahí no ha pasado. No deja de ser saliva, aunque a veces es saliva ácida, pero se pegan litros de saliva y así se llevan, sus motivos tendrán. Pero en esos motivos de desavenencia quien paga los platos rotos son los comerciantes, el pueblo. Si la moneda no circula, si no hay movimiento económico, todo comienza a tronar. En Europa las protestas contra éste tipo de medidas arbitrarias comienzan a provocar estallidos de gente inconforme. Aquí no ha ocurrido. Que bueno que no ha pasado a mayores. Aunque el hartazgo está a todo lo que da. Al empresario Echevarría García que tiene imprentas, radiodifusoras, canal de televisión, periódico, funeraria, panteón, restaurantes, distribuidoras de autos, gasolinerías, pollerías, hoteles, ¿qué le preocupa? Pues nada. Lo tiene todo. Sabe que muchos nayaritas más temprano que tarde se verán ahorcados por las deudas y entonces sus inmobiliarias comenzarán a actuar, a comprar barato, los remates serán una ganga a su bolsillo y la riqueza seguramente la acrecentará. Hasta ahí. La brújula cora percibe que los aspirantes a la gubernatura, atados de mano, nada pueden decir u hacer para ayudar en ésta desgracia al afectado pueblo de Nayarit. Cuando menos, ninguno ha dicho ésta boca es mía, se entiende pero no se justifica. Se requeriría un López Obrador de candidato en Nayarit para poner en su lugar a éste desfasado empresario metido de gobernador.(diariocensura.com.mx)
