EL GENERAL CIENFUEGOS CAPTURADO POR EL MISMO DELITO QUE EDGAR VEYTIA
Lo ocurrido ayer con la detención del general divisionario Salvador Cienfuegos Zepeda en el Aeropuerto de Los Ángeles, California, donde pensaba disfrutar de un fin de semana con su esposa, hijas y nietos, era un asunto de Perogrullo, aunque ésta mañana Andrés Manuel López Obrador, dejó en claro que, aunque en México no tiene ninguna investigación abierta, sí sabía que el nombre y apellido del hombre de las cuatro estrellas y el águila era mencionado en una investigación, según le había informado su Embajadora. O sea, sí sabía pero no le dió importancia, pues como siempre es sabido, rumores van, rumores vienen. Pero éste no era un rumor, era la información de la Embajadora de México en EEUU. No era un rumor menor. El principal hombre de la seguridad en éste país en el sexenio de Enrique Peña Nieto sería detenido en Los Ángelesa para posteriormente ser enviado, en éstos días, hacia Nueva York, un lugar donde se encuentra otro exsecretario del sexenio de Felipe Calderón, el policía Genaro García Luna. Ahí tienen sus expedientes el juez Cogan: “United State of America v. SALVADOR CIENFUEGOS ZEPEDA, also knoawn as *El Padrino* and *Zepeda*”. Y claro que si a Salvador Cienfuegos le hubieran avisado de que una investigación estaba en curso no hubiese ido de vacaciones con su familia, no lo hubiera hecho ni por asomo. Pero fue y hoy ya es una bomba que cimbró la estructura de las fuerzas castrenses en este país, pues es la primera vez en la historia que el gobierno norteamericano agarra en su territorio a un mando de muy alto nivel de un sexenio ya concluido, pero que tuvo en su poder toda la información del narcotráfico en México. De hecho es el Ejército quien tiene la información de todos y cada uno de los mexicanos, el dossier con que cuentan los servicios de inteligencia castrenses es casi exacto. Por eso su captura, la de Cienfuegos Zepeda, es de gran relevancia. No es un asunto menor. Ya antes, en el sexenio de Miguel de la Madrid Hurtado (1982-1988), a su titular de la SEDENA, el general Juan Arévalo Gardoqui, se corría la especie de que la justicia norteamericana lo involucraba con el narcotráfico internacional, pero, Arévalo a diferencia de Cienfuegos, recibió un espaldarazo de Caspar Willard Weinberger quien fue Secretario de la Defensa de los Estados Unidos de 1981 a 1987, invitándolo y dándole un recibimiento como de Secretario de Estado, con 14 cañonazos de salva y toda la fanfarria diplomática. Su situación quedó en solamente rumores. Aunque hoy, a la distancia, ya dejando el cargo como Secretario de la Defensa, Salvador Cienfuegos Zepeda, pasaría el trago más amargo de su vida, pues sería detenido por agentes federales por vínculos con el narcotráfico, entre ello presumiblemente por los mismos por los que fue detenido y sentenciado el exfiscal de Nayarit, Edgar Veytia, capturado al cruzar la línea entre Tijuana y San Diego y de ahí llevado a Nueva York. Ya septuagenario Cienfuegos, nació un 14 Junio de 1948; con 54 años activos en el Ejército, ingresó un 23 de Enero de 1964. Se lució como Secretario de la Defensa con Enrique Peña Nieto, fue Subjefe de la doctrina militar del Estado Mayor de la Defensa Nacional, Subjefe de la doctrina militar del Estado Mayor de la Defensa Nacional, Subdirector general del Registro de Armas de Fuego y control de Explosivos, Jefe de la Sección Tercera (operaciones) del Estado Mayor de la Defensa Nacional, Director del Heroico Colegio Militar, y Director del Centro de Estudios del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, hasta su detención en el Aeropuerto de Los Ángeles. Mucho se podrá decir en los días por venir, fue el Titular de la Defensa que se lanzó contra la yugular de Andrés Manuel López Obrador sin medir las consecuencias de que éste llegaría al poder con el voto de más de 30 millones de mexicano hartos de abusos y corrupción. Eso es historia. Sin embargo, en los Estados Unidos hay elecciones el mes que entra y Donald Trump busca su reelección éste Noviembre. En México también hay elecciones el año que entrante, estatales y federales. El “narcoEstado” mexicano en manos del panismo con Felipe Calderón a quien le detuvieron al otrora poderoso General García Luna; y lo de ayer con el arresto de Salvador Cienfuegos Zepeda, militar titular de las fuerzas castrenses con el priísta Enrique Peña Nieto, queda más que en evidencia que la administración gubernamental de Andrés Manuel López Obrador jugará sus cartas y tratará de hacerlo bien en la alianza que ya traen las dirigencias nacionales del PRI, PAN y PRD para conquistar la mayoría en la Cámara de Diputados federal y doblegar con ello, haciendo una especie de contrapeso, a quien hasta este momento ha exhibido la corrupción de panistas y priístas que estuvieron en el poder. En cuanto a lo local, en tierras nayaritas, donde ya saltan a la palestra un Manuel Cota, experto en colgar su “costal de traiciones”, un Polo Domínguez con varios hechos presumibles de corrupción cuando fue Presidente Municipal de Tepic, así como otros de la talla de los cuasi chapulines Adahán Casas, excamaronero allá por Sinaloa; Jaime Cuevas, sujeto que estuvo al frente de una Secretaría del Medio Ambiente y que permitió, hasta la fecha, que depredadores del cerro San Juan en manos de unos cuantos vivales “empresarios” lo sigan consumiendo sin que nadie les ponga un alto pues un gran negocio esto de los materiales y deja muy bien dinero a funcionarios del gobierno estatal, y otros más que desean la gubernatura de Nayarit que dejará vacante en el 2021 Antonio Echevarría García, sujeto que afirma no tener dinero para pagar las quincenas de los burócratas, pero que pese a ello sigue inaugurando obas aquí, obras allá y acullá, pues todo ello confunde, ya que, si Nayarit no tiene ya ni para pagar nóminas, ¿cómo es que hay tanto tiradores por esa silla de Gobernador que dejará vacante? O bien, si los ayuntamientos no tienen tampoco dinero, ¿cómo es que buscan las presidencias municipales tantos y tantos? Hay un gran negocio, sin duda. Como la película de la Ley de Herodes, los que buscan el poder temporal saben que el gran negocio son los negocios tras bambalinas. Esos que creen que Andrés Manuel López Obrador está loquito, que ya se le acabará el discurso y que muy pronto aflojará el paso. Aunque ello no es así, la llamada “Cuarta Transformación” parece llegó para quedarse. Y sí, aunque no será en manos de sujetos de la talla de vivales como el lépero de Manuel Isaac Peraza Segovia, Delegado Federal en Nayarit y a quien le entró la calentura de ser Gobernador y para ello irá este fin de mes a la Ciudad de México para “solicitar licencia”. Se le olvida al zopenco que Andrés Manuel no le aceptará la licencia al cargo, será la renuncia definitiva. Con AMLO no hay de dos caras, se es o no se es. Y un tipo zopenco como éste Peraza Segovia jamás se había visto en éstas tierras de coras, huicholes, tepehuanos y mexicaneros, haciendo sonar su sonaja con salivazos ácidos, jamás. Pero tiene su corazoncito, cree que por haber andado de lambiscón con Andrés Manuel López Obrador y haber aportado parte de su existencia en la campaña, lo hace merecedor. No es así. Además, un zopenco como éste permitiría una derrota estrepitosa en manos de cualquier contendiente opositor, así que queda claro que anda con la brújula cora fuera de lugar.