CUANDO LAS MENTIRAS «SANGRAN EL HOCICO»
Por EMO/Censura!
¿SERVIR O SERVIRSE? Digo, para echarse loas hay que ser, cuando menos, honesto. Y de esa cualidad carece Polo Domínguez, quien el pasado 2 de Octubre, a las 9:33 de la mañana, en su espacio de Facebook subiera una foto en la caracterización de médico cubierto una gran parte de su cuerpo con una filipina azul, ello para ir a tono con su militancia, y redactó el siguiente mensaje: «Para mí el ser médico y servidor público van en el mismo camino, ambas vocaciones cumplen un objetivo común: servir a las y los nayaritas. ¡Que tengan un excelente día!» (sic) Es decir, textualito, sin quitarle ni ponerle. Hasta ahí, todo bien. Sin embargo, quien no lo conozca, que lo compre, éste zopenco metido a político aldeano, sabe y muy bien que es más grande mentira que a éstas alturas de su peregrinar ha escrito. Cada quien se cree sus mentiras y las cacarea como tal aunque les sangre el hocico. Miren, cuando Polo Domínguez operaba a sus pacientes como gastroenterólogo en el sanatorio La Loma, tenía la audacia y desfachatez de llevarse del hospital del ISSSTE el aparato de laparoscopía, de donde por cierto era el flamante Director, ya con el equipo y los elementos para ello, se dedicaba en el terreno “privado”, baste recordar que el Sanatorio La Loma en manos de monjas es de carácter privado, a hacer sus grandes negocios donde efectuaba una incisión de corte pequeño que se hace en la piel durante una cirugía, y por el tubo que tiene una cámara conectada envía imágenes a un monitor de video y eso le permitía a Polo ver todo lo relacionado con su profesión de gastroenterólogo, y ya con ello cobrar un buen billete. Entonces, pues, ¿dónde queda esa vocación de servicio a los nayaritas? Deshonesto hasta en el hablar y en el modito de andar. No digamos corrupto, porque es corrupción sacar los equipos médicos de una institución pública para llevarlos a una institución privada y con ellos practicar cirugías cobrando lo que ya sabemos, un dineral. Por ello es que este médico deshonesto y político corrupto, escupe para el cielo y charpea con su saliva ácida al que está próximo a él, pero su negro pasado lo persigue. Digo, se tiene que ser un cínico de vocación para presumir lo que no se es. Y, dentro de lo mismo, cuando le practicaron una auditoría allá por 1997 salió como flamante socio del Centro de Diagnóstico La Cruz, pues baste recordar que enviaba toda la subrogación a donde era socio y en esos ayeres pues la chequera era de bonanza que que barbaridad; además de que controlaba la “caja chica” del gobierno, en este caso la llamada Beneficencia Pública donde también es y será un tema aparte, pues esa es otra gran historia. Entonces, “¿ambas vocaciones cumplen un objetivo común: servir a las y los nayaritas?” Ah raza. No cabe duda que éstos iluminados creen que en Nayarit no hay memoria, pero la terca memoria lleva a hurgar en el pasado y jala toda esa podredumbre al presente. Polo Domínguez jamás podrá despojarse de esto y otras cosas que ahí están, que apestan a cañería. BIEN, ésta mañana el presidente Andrés Manuel López Obrador reveló en su conferencia de prensa que el exFiscal de Nayarit, Edgar Veytia, “es testigo protegido”, así la soltó luego de dar explicaciones sobre la detención en California del exsecretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos Zepeda. Según AMLO, los norteamericanos capturaron al General del Ejército mexicano por los mismos delitos que a Edgar Veytia, quien en varias ocasiones se declaró inocente de las imputaciones. De nada le valió a Veytia decir que era inocente, sus cercanos en el poder temporal como el gobernador Roberto Sandoval Castañeda, su compadre, lo dejó a su suerte y fue sentenciado a 20 años de prisión. Y claro, se pensaría que estaría en una cárcel de máxima seguridad. No es así. Edgar Veytia se encuentra en otra condición, pero como “testigo protegido”, mismo que seguramente por los casi nueve años que estuvo acompañando a Roberto Sandoval en la Presidencia Municipal de Tepic y luego como Gobernador, será de utilidad para los agentes norteamericanos que estarán echándole el guante a todo aquel político, policía o militar de alto calado que pise territorio de Estados Unidos, tal y como le ocurrió a Salvador Cienfuegos, así pareció inclinarse el mensaje de Andrés Manuel López Obrador ésta mañana luego de que él afirmó convertirse en “vocero” de las fuerzas armadas como su Comandante Supremo. No quiere que la brújula cora se le pierda con comentarios fuera de lugar.