El Pipiolo de la Murga
F.D.S.
En la recién celebrada Asamblea Nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), se eliminaron los candaditos que en contra del Presidente Ernesto Zedillo Ponce de León, metieron en los estatutos un grupo de priistas de entre los que figuró el alumno más destacado de Don Nicolás Maquiavelo: Lic. César Augusto Santiago. Se trataba pues,
de evitar la designación por parte del Jefe de las Instituciones de candidatos sin militancia, de ahí la imposición de contar con cierta cantidad de años como militante, según el cargo, más el haber ganado como candidato, una elección de mayoría. En los tiempos que el PRI
disfrutó como partido único y que por lo tanto teníamos la plena convicción de que todo mexicano al cumplir 18 años ya pertenecía al PRI, nunca se puso como condición la militancia, se ungía candidato al amigo o amigos de los amigos y los últimos en tomarse en cuenta eran los militantes. Un gran compañero, Adalberto Peña Maldonado, dejó el PRI y cambió su militancia al PARM. Desde el momento en que el Tricolor recuperó la presidencia municipal de Tuxpan, el Güero Peña se ausentó por un tiempo del municipio, luego regresó y sin declarar su reanudación como militante priista tuvo la oportunidad de ocupar tres
candidaturas en el PRI. En Tuxpan también elegimos al Ing. Luis Pérez como Presidente Municipal y cuando el enviado le anunció que los jefes habían pensado en él para que fuera candidato se negó rotundamente, porque ni siquiera credencial de elector tenía y nunca había votado; pudo más el poder de convencimiento y se le designó candidato del PRI,
brincando a militantes como César Ávila, Evaristo Gómez, Jesús Mártir, Ignacio Regalado y muchos más. Al ocupar el arquitecto José Ramón Navarro Quintero, la dirigencia estatal del PRI, recibió la orden de buscar al joven J. Isabel Campos Ochoa, porque en México habían
determinado que Isabel ocupara la candidatura a Diputado Federal por el distrito que comprende los municipios del norte del estado. Se le buscó hasta con la policía y fue un familiar muy cercano a Campos Ochoa quien informó se encontraba fuera de Nayarit desempeñando el cargo de Delegado del PRD. Cualquier otro político, sin la formación y
lealtad de J. Isabel hacia su partido, hubiera tomado esa oportunidad, Campos no la aceptó y, a quien llegó en su lugar a la candidatura, hubo necesidad de elaborarle una credencial del PRI con fecha anterior y constancias de la participación que como militante nunca había
tenido. Casos como esos, en estos tiempos, digamos de 12 años hasta hoy, cuando existía la prohibición, nadie protestó por la designación de candidatos a regidores, presidentes, diputados locales, federales, senadores y gobernadores; el priismo es disciplinado y acepta hasta dirigentes que no sean de su estado; candidatos no se diga, hasta un señor que cada tres años juega por un partido distinto, lo pusieron como candidato del PRI a diputado local por lo que era el distrito 4 y nadie protestó. Por lo tanto, a quien resulte candidato a la
presidencia lo arroparán con entusiasmo, lo difícil es saber si le entregarán su voto.(pipiolodelamurga@gmail.com)