Conjeturas
Por Francisco Cruz Angulo
El PRI Ante una Encrucijada

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Conjeturas
Por Francisco Cruz Angulo
El PRI ante una encrucijada
El pasado 4 de marzo el Partido Revolucionario Institucional (PRI) festejó el 88 aniversario de su fundación instituido durante el gobierno del General Plutarco Elías Calles.
En esta ocasión sus festejos no discurrieron con la misma pompa de cuando ese partido era hegemónico y único. Ahora lo festeja en un entorno adverso y en circunstancias políticas que cada día le restan credibilidad en la opinión de los mexicanos.
Desde que el tricolor dejó de ser partido hegemónico y único pasó por tres crisis internas; la primera cuando un numeroso grupo de dirigentes y militantes encabezados por el Ing. Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo abandonaron ese partido para construir un frente nacional opositor integrado por diversos partidos de oposición de centro izquierda que postuló al Ing. Cuauhtémoc Cárdenas como su candidato a la presidencia de la república a disputarla con el Lic. Carlos Salinas de Gortari candidato del partido oficial.
En aquella histórica disputa por la presidencia de la república la mayoría de la opinión pública consideró que hubo fraude electoral instrumentado desde la Secretaría de Gobernación para hacer ganar a Salinas de Gortari.
6 años después de aquella elección fraudulenta el PRI perdió la mayoría absoluta en la Cámara baja del Congreso de la Unión y la jefatura de gobierno del Distrito Federal ganada por el perredista Cuauhtémoc Cárdenas.
6 años después, o sea en la elección presidencial del 2000 el PRI por primera vez en su historia perdió la presidencia de la república cuando fue electo como presidente de la república el panista Vicente Fox.
Todos los analistas políticos coinciden en señalar que esta derrota electoral fue consecuencia de las continuas disputas internas en las corrientes de ese partido y por la elección interna de Lic. Roberto Madrazo Pintado como candidato presidencial, lo que provocó una desbandada de importantes cuadros políticos de ese partido que favorecieron finalmente el triunfo del panista Vicente Fox. En esa competencia electoral el PRI y su candidato obtuvieron un bajísimo nivel de apoyo ciudadano que confinó al Revolucionario Institucional (PRI) hasta el tercer lugar.
Tuvieron que pasar 12 años para que el tricolor recuperara la presidencia de la república en el 2012 con Enrique Peña Nieto.
Hoy en día ese instituto político atraviesa por un crucial momento dado que sus índices de popularidad están por debajo de lo que obtuvo cuando perdió la silla presidencial en el 2000. De acuerdo a los sondeos de opinión el PRI está por abajo del 20% y en tercer lugar de las preferencias electorales de cara a la sucesión presidencial en el 2018. Esta rápida caída en las preferencias electorales no es casual, primero porque gobernadores y altos funcionarios de la actual administración federal protagonizaron escandalosos saqueos de los recursos públicos y que hoy se mueven en total impunidad. Otro factor de su caída en las preferencias electorales es la bajísima aprobación de la gestión presidencial de Enrique Peña Nieto que de una forma u otra su política ha impactado negativamente en las clases medias y populares de la sociedad mexicana.
En este año electoral el Revolucionario Institucional (PRI) enfrentará una contienda muy cerrada por la silla gubernamental en los estados de México, Coahuila y Nayarit.
De sus resultados en los comicios del 4 de junio veremos si ese vetusto partido político continúa su caída en el ánimo de los mexicanos o recupera su credibilidad. Tanto en el Estado de México como en Nayarit la competencia es de pronóstico reservado. El triunfo del tricolor dependerá en gran parte de la biografía personal de sus candidatos y que haya unidad de todas las corrientes internas de ese partido alrededor de su candidato a gobernador.
Así pues el PRI no tuvo una buena razón para festejar su 88 aniversario por la crisis de credibilidad ciudadana en la que se encuentra inmerso…
Cambio en el liderazgo estatal del PRI.- Pocos días antes de los festejos de aniversario de este partido Juan Carlos Ríos Lara presentó su renuncia como presidente del comité directivo estatal y su lugar fue designado el C. Enrique García, un personaje muy cercano y de todas sus confianzas del precandidato a gobernador del estado, Manuel Cota Jiménez.
Este cambio en la dirigencia estatal es una regla no escrita en ese instituto político que se aplica en cada sucesión gubernamental.
El cuasi candidato a gobernador del PRI debe asegurarse que todos los liderazgos estatales, municipales y de los sectores apuntalen la táctica y estrategia electoral de su candidato a gobernador.
El senador con licencia y aspirante a gobernador tiene el talento demostrado a lo largo de su carrera política de unificar a todas las corrientes del partido incluyendo aquellas que han confrontado a gobernantes priístas en turno. En la visión de Cota Jiménez tiene muy claro que para ganar la competencia a gobernador del estado será necesaria la participación de los viejos cuadros del PRI de gran experiencia política sumándolos a la nueva generación de liderazgos priístas…