EL CAPITAL TRANSNACIONAL RESPALDA A CHINA EN LUGAR DE USA
Por Octavio Camelo Romero
Contra todo lo que pensó Donald Trump, que el capitalismo transnacional se volcaría en inversiones hacia Estados Unidos por su política militarista y proteccionista, al estilo de la primera mitad del siglo XX, resultó que fue todo lo contrario. Y esto se puede observar si comparamos el crecimiento económico de USA y China. Resulta que aún con las turbulencias de la economía global, para lo que va del año 2017, China ha crecido al ritmo de 6.7 por ciento mientras que USA lo ha hecho al 1.3. Más aún, Alemania y otros países europeos han aumentado su comercio con China, y sus inversiones en ella, y no se ve que se opongan a la aplicación de los estatutos mencionados del FMI. A ese ritmo, en 10 años o menos, conforme al hecho de que China crece mucho más rápido que Estados Unidos, el país asiático pasaría a ocupar el primer lugar. Y para 2050 China sería el primer lugar, India el segundo y Estados Unidos el tercero.
No es gratuito que, el 24 de julio, la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, FMI, haya dicho en un evento de un grupo de expertos del Centro para el Desarrollo Global, en su sede en Washington, que en unos 10 años, si China mantiene su ritmo de crecimiento económico y tiene una buena representación en el FMI, la sede del FMI se trasladaría de Washington a Pekín, capital china.
Por otro lado, los capitales transnacionales han venido orientando otros cambios de asociación de países como la formación, entre otras, de una institución comercial de 16 países de Asia y el Pacífico, con una población conjunta cercana a la mitad de la población mundial. Incluso se tiene el acuerdo de formalizar a dicha institución para fines de este año. Incluye, entre otros países, a China, India, Japón, Indonesia, Pakistán, Filipinas los cuales, en conjunto, tienen más de tres mil 200 millones de habitantes, más de 10 veces la población de Estados Unidos. Eso sin contar la población de otros 10 países.
En los últimos tiempos y como consecuencia de las políticas trumpistas, varios países de la región Asia-Pacífico y de otras regiones, se han alejado o fueron alejados de Estados Unidos y en su lugar se han acercado a China, considerada por la mayoría de las fuentes como el segundo lugar mundial, en cuanto a la economía, después de Estados Unidos. Y es que el actual presidente estadunidense se siente como el amo del mundo y quiere imponer su voluntad a todos, países con sus habitantes. No es consciente de que el mundo ha cambiado y sigue cambiando. Esta misma miopía la tienen los que dirigen a México, pues han, en una visión cortoplacista, han atado a la cola de la economía norteamericana a la economía mexicana. Lo grave del asunto es que con la negociación del TLCAN los políticos mexicanos van a entregar lo que resta del país al capital méxico-norteamericano, en detrimento de los habitantes del México. En fin.