EL DESEO DEL PROCESO PENAL

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ANTORCHA POLÍTICA
Por Jorge A. Contreras

1.- EL DESEO DEL PROCESO PENAL
Propios y extraños esperan que se desencadene una persecución en contra de Roberto Sandoval. Hay más fuerza en un ejercicio de venganza privada que en la búsqueda de justicia. Para muchos el cambio de gobierno será suficiente para iniciar un proceso, si hay causas. Si no las hay, se quedará en ganas.
La furia más motivadora es el desplazo en la función pública, fenómeno que no es exclusivo de éste sexenio que termina, cada uno de ellos relevó a otras camarillas. Han sido muy pocos los personajes que han pasado de una a otra administración. Los cambios son de tajo.
Así que el deseo o una denuncia de hechos no es contundente si no hay pruebas reales que permitan al juzgador sujetar a proceso. En redes he leído solo malos deseos y pocas exigencias de justicia.
2.- LOS CAMBIOS EN LOS PARTIDOS
El Partido Revolucionario Institucional tendrá cambios en su dirigencia estatal y saldrá la dirigencia que encabezó Juan Ramón Cervantes, que se hizo cargo del partido para relevar a Ríos Lara. Se espera que el nuevo prospecto sea un hombre que aglutine. No veo otro más formal que Manuel Cota Jiménez, pero aún está pendiente si regresa a la CNC Nacional.
Por lo pronto en los pasillos se insiste que los relevos están entre Juan Alonso Romero, Salvador Hernández y Enrique Díaz para hacerse cargo del partido como fuerza opositora. Será cuestión de que Cota decida quién se queda en el PRI, el dueño del balón es él.
Mientras que en el PAN, Ramón Cambero podrá dejar la dirigencia del PAN si lleva amarrada una diputación plurinominal, luego del exitoso proceso que su partido, bajo su liderazgo conquistó el poder en la entidad, llevando por muchos votos a su partido.
La elección del PAN se da entre militantes, que no son muchos y ellos tienen el control de ello, quienes decidan, serán los nuevos dirigentes y no tienen una real competencia interna.
En el PT, el delegado de ese parido que llevó a su organización a su más baja votación y que no alcanzó a llegar al Congreso ni él tan siquiera. Urgente un nuevo liderazgo y todo apunta que será nuevamente Jaime Cervantes Rivera quien se haga cargo del partido.
Mientras que en MORENA se vive un momento de venganzas entre la dirigencia local contra el ex candidato a la gubernatura. Será la dirigencia nacional o el mismo Andrés Manuel López Obrador quien ponga quietos la insurgencia y determine quién ocupará la dirigencia.
3.- LAS NUEVAS PERSONALIDADES DE LA FUNCIÓN PÚBLICA
El próximo periodo gubernamental es muy corto, para empezar en menos de un año habrá ajuste de cuentas en las elecciones del 2018. Apenas se irán ajustando los funcionarios que vayan a acompañar en el trayecto del cuatrienio a Antonio Echevarría, cuando nuevos actores estarán en la contienda electoral.
Luego de que se han dilatado los perfiles de los funcionarios, estos cada día dejan de tener intereses. Para muchos de ellos hay incomodidad, pues están más posicionados en que se repita lo mismo que con Sandoval, de darles empleos a los `promotores, pero no darles cargos. Por lo que eso se aguadea, pero los perfiles saldrán de las justas electorales venideras, con los que ya ganaron.
MORENA quizás no arrastre con sus candidatos locales, pero con su candidato presidencial sí y puede llevar a otros partidos a la derrota electoral ante un PRI dividido, un PAN sin dirigentes y un PRD más distante del triunfo.
La pelea por el segundo lugar en las elecciones llevaría a pelear el escaño senatorial para la primera minoría al PRI Y AL PAN. Aunque en otros casos, podría llevar a MORENA y al PAN a disputar esa misma posición.
Para conservar posición para disputar la gubernatura del próximo 2021, deberá contar con el resultado de las elecciones federales. De todas maneras, desde éste momento las figuras de Francisco Javier Castellón, Leopoldo Domínguez, Ivideliza Reyes, Manuel Cota y quienes resulten electos en el proceso electoral legislativo del 2018, serán los abanderados a la sucesión, así como quien dirija el Congreso del Estado.
No habrá otros.
4.- Frente Amplio no se consolidará: no representa riesgo para AMLO en 2018: Barbosa.
El senador Miguel Barbosa aseguró que con el anuncio de un Frente Amplio, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) busca marcar una ruta para evitar que Andrés Manuel López Obrador (AMLO) llegue a la Presidencia de la República en 2018.
Para ello, sostuvo, caminan sobre dos vías «uno, los que quieren aliarse con el PAN (Partido Acción Nacional), y otros los que quieren tener un candidato propio, para quitarle puntos a López Obrador, y la estrategia de la fragmentación de la oposición».

En entrevista en «Fórmula de Fin de Semana», con Manuel Feregrino, vaticinó que el Frente Amplio «no se va a consolidar, porque el destino de lo que pasa en el PRD no se toma en el PRD, se toma en el Gobierno Federal, y con los gobiernos de los estados».
Barbosa Huerta aseguró que el PAN jamás aceptaría que su candidato a la Presidencia no fuera panista, así como el PRD no aceptaría que el candidato a jefe de gobierno de la Ciudad de México, no fuese perredista.
«El PRD ya no actúa como un partido de oposición real, esa es mi opinión. Yo fui parte de hechos políticos y puedo decir que consta todo lo que está ocurriendo, de la definición de segmentos del PRD para hacer una alianza con el PAN, y otros segmentos para llevar candidato propio, lo que se llama ‘Cuarto polo’, es un asunto no nuevo, está muy claro».
Consideró que para el mes de octubre estará clara la ruta que asumirán los partidos, «no es nada nuevo, aunque ubiquemos como prioridad del PRD el impedir que López Obrador gane la Presidencia de la República, porque parece una advertencia, se mueren de miedo de que eso ocurra, eso es lo que vamos ver, lo vamos a estar viendo todos».
Aseguró que, como un hombre de izquierda, consideró necesario desertar del PRD e incorporarse al Partido del Trabajo (PT), «yo no podía seguir en un partido que ya no es de oposición y no es de izquierda, por eso es que me incorporo a este movimiento que es el único que puede provocar una transformación».
El legislador sostuvo que la alianza PAN-PRD «no es suma de porcentajes de voto», y que el partido cuenta con una clase política en deterioro permanente, así como un PRD que obtuvo, en el Estado de México, la menor de las votaciones en su historia, con un 16 por ciento para Juan Zepeda.
«Juan Zepeda fue un buen candidato, pero sí porque Juan Zepeda fue patrocinado por cientos de millones de pesos de parte del gobierno de Eruviel Ávila y del Gobierno Federal, fue cuidado por todos, nadie lo tocaba, todos lo exaltaban, la figura de Juan Zepeda fue muy útil para la estrategia del PRI», aseguró.
Barbosa Huerta apuntó que la coalición PAN-PRD no representa un riesgo, sin embargo las circunstancias políticas a su alrededor continuarán en caso de consolidarse el Frente Amplio.
En tanto, afirmó, «nosotros tenemos que llevar a López Obrador a más allá de la barrera de 35 puntos para que podamos asegurar la Presidencia de la República».