Esta enfermedad repercute en el desempeño del menor en la escuela, con sus amigos y familia.
Lo más importante para prevenir este padecimiento es tener una buena comunicación con nuestros hijos y estar en observación constante para poder detectar cambios de conducta.
En una situación moderada o grave de este padecimiento se debe recurrir a la atención psicológica y psiquiátrica, donde se recomienda terapia cognitivo-conductual, además de medicamentos.
Al menos en la Ciudad de México se cuenta con cinco unidades de atención para el tratamiento de menores con depresión, como es el Hospital Siquiátrico Infantil Juan N. Navarro, donde se atiende a menores de hasta 17 años, además cuenta con servicio de urgencias de 24 horas. Se trata del único nosocomio donde se tienen internamientos.
También están los tres centros comunitarios de Salud Mental en Zacatenco, Iztapalapa y Cuauhtémoc, donde es atendida toda la población, y el hospital Samuel Ramírez, que recibe niños en consulta externa.