La degradación de nuestra democracia
El conocido analista político Leo Zuckermann conductor del programa de análisis y opinión “Es la Hora de Opinar” que se transmite todos los días por la noche en Telefórmula reflexiona de qué manera están mutando las estrategias de las campañas políticas específicamente en la guerra sucia para desacreditar a sus adversarios políticos.
Señala como ejemplo los videoescándalos cuya protagonista es la diputada veracruzana con licencia Eva Cadena. En estos videos se evidencia cuando de manos de empresarios anónimos le entregaron primero medio millón de pesos disque para entregarlos al líder nacional de MORENA, Andrés Manuel López Obrador; días más tarde aparecen otros dos videos en donde se le entregaba a la susodicha diputada de MORENA millón y medio de pesos para financiar su campaña a una presidencia municipal de aquella entidad.
Obviamente la diputada con licencia fue separada como candidata a presidenta municipal y suspendida en sus derechos partidarios en tanto que la FEPADE la llamó a cuentas para que responda por los presuntos delitos de la obtención de recursos de origen desconocido y lo más grave hasta podría ser procesada por la PGR por presuntos delitos de tráfico de influencias y lavado de dinero.
Comenta el mencionado analista político que estas acciones de corrupción de la legisladora de MORENA salpicaron de lodo el lado más fuerte de López Obrador y de su partido, esto es, su honestidad como político, la credibilidad de su partido como una esperanza de México para combatir la corrupción y la impunidad y de su buen ojo para evitar que se filtren a su partido personajes de dudosa reputación.
Si fuera encontrada responsable y aun castigada la diputada con licencia Eva Cadena e incluso fuera expulsada de MORENA el daño moral lo llevará cuestas López Obrador y el resto de sus candidatos en el curso de los próximos comicios estatales y en la competencia presidencial del 2018. Estarán pagando justo por pecadores.
Siguiendo el análisis de Leo Zuckermann expresa que las estrategias de las campañas negras en la competencia electoral ya no tendrán por objetivo en exhibir las debilidades de los candidatos sino la de desacreditar sus fortalezas mediante la divulgación de imágenes o textos sean o no reales que ponga en duda la honorabilidad de los candidatos.
Ante esta nueva realidad de una clase política que se niega a dejar el poder, López Obrador no debe de minimizar esos hechos y salir con el cuento de que a él el lodo no lo alcanza. Claro que ya lo alcanzó y sus adversarios políticos aprovecharán cualquier desliz de sus colaboradores o candidatos de su partido para exhibirlo como mentiroso.
Indiquemos otro símil que utiliza cotidianamente el presidente de los Estados Unidos Donald Trump. Ante el rotundo fracaso de su gobierno para ofrecer resultados a sus electores en estos más de 100 días de su administración viene desacreditando a todos los medios de comunicación escrita y televisiva en su cuenta de Twitter y ante sus seguidores responsabilizándolos de divulgar mentiras y que no informan con objetividad.
Si algo caracteriza a la democracia estadounidense es precisamente la fortaleza y autonomía de sus instituciones y a los medios de comunicación masiva de larga trayectoria profesional. En los Estados Unidos la prensa si es un contrapeso real a los poderes institucionales y facticos de aquella nación. ¿Cómo debilitarlos? El señor Trump nos da la respuesta: generar la desconfianza de la gente a esos medios de comunicación.
Así pues este tipo de estrategias de enlodar vilmente las fortalezas de los candidatos será la marca que imprimirán a los próximos procesos electorales. Nadie quedará exento de tanto lodo…
Conjeturas
Por Francisco Cruz Angulo