LA MANO NEGRA

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ANTORCHA POLÍTICA
Por Jorge A. Contreras

20 días antes de la elección, Carlos Saldate llegaba a una reunión con su equipo de trabajo, algunos 200 promotores que traía por todo el municipio, con información de primera mano y la anunciaba: “Cota va muy abajo en las preferencias electorales”. Propuso entonces deslindarse de él y pidió a todos hacer lo mismo. Los receptores estaban desencajados y se operó la primera indicación: retirar todos los espectaculares de Cota con Saldate. Fue notorio el cambio.
El exitoso empresario del transporte y candidato a la Presidencia Municipal de Tepic nunca reveló la fuente. Pero evidentemente era una orden. La misma sucedió en todos los candidatos a diputados locales y después se extendió a los candidatos a las presidencias municipales. La orden se cumplió.
Cuando se inician los cierres de campaña, los candidatos ya desligados de la operación estatal. Repararon que los habían engañado, fue entonces que apuraron una campaña de 4X4 y a una semana de la elección apenas alcanzaron a poner algunos espectaculares de todos los candidatos juntos y verse nutridos. La campaña de apenas 28 días les era insuficiente para revirar de un lado a otro.
Cuando se preparaban los cierres de campaña, los candidatos a las alcaldías notaron que su capacidad de convocatoria estaba mermada y que los candidatos distritales y demarcacionales eran apenas un puñado de promotores. Fue cuando surge la estrategia de una movilización estatal e inicia la romería de los mismos a los mismos actos de campaña.
Los actos fueron impresionantes en cada municipio, se trasladaron de un lugar a otro. Los estrategas habían caído en una trampa y de ello la responsabilidad recayó en quienes habían contratado a la empresa de Jordi Segura.
El equipo de ibéricos en Nayarit estaba visto desde hace años. Cuando en Tepic en 2008 había riesgo de que Roberto Sandoval emigrara al PAN como candidato, el ex gobernador de Coahuila y líder del PRI, Humberto Moreira se metía entre los pleitos de los moreiristas y calderonistas, los primeros querían a Sandoval como candidato panista, de ello dejó constancia Víctor Cánovas Moreno.
De la mano de Moreira comenzó la égida del “gobernador de la gente” y un estilo de movilización electoral que hizo trascender la actual dirigencia del gobierno. Pero Moreno Valle no quita el dedo del renglón en Nayarit. Vista las contradicciones de la clase política del gobierno de la gente, sabían que estaba mejor posicionado en el 2014 el Secretario de obras Públicas, Gianni Ramírez, y seguido del actual candidato perdedor Carlos Saldate, el gobernador destapa al diputado federal Roy Gómez Olguín como el abanderado para la alcaldía.
Rechazado por los calderonistas, el diputado Polo Domínguez fue el beneficiado del entonces gobernador de Puebla, Moreno Valle, y se le cargan en su campaña y le operan los ibéricos. La estrategia es pulverizar las alianzas y hasta en la boda de la hija de Cánovas Moreno apareció Layín. Tenían las manos metidas en todos los procesos, la lana fluía por un solo objetivo: ganar. El equipo se dividió. Incluso Alejandro Galván candidato del PVEM a la presidencia de Tepic anunció la incorporación de Marcos Sifuentes a su campaña, que a su vez estaba metido en la de Echevarría, como también lo estaba el venezolano JJ Rendón. Había una estrategia mediática, mientras que en el PRI aún, los nostálgicos hablaban de la operación de algo verdaderamente inexistente, los comités seccionales.
Junto con pegado, la caída de Edgar Veytia en el puente fronterizo alteró al mandatario por no haber sido alertado por el gabinete de seguridad nacional que estaba enterado de ello. Se confrontan y, Sandoval afronta el rechazo del centro y favorece al abanderado panista, Antonio Echevarría. Pese a que había prometido nunca jugar en un proyecto panista.
Al mandatario en medio de ello le tendrá que afrontar a la ira presidencial, aunque se sabe que otro escándalo previo a las elecciones federales puede ser su salvación.
El consultor Jordi Segarra es un estratega político que habla de manera directa. Sincera. Ejerce en la vida cotidiana lo que como consultor es su filosofía: “No me gusta mentir. No miento a mis clientes, por dura que sea la verdad. Los políticos y gente con poder necesitan que alguien les diga las cosas como son. “Aplaudidores” ya tienen demasiados alrededor”.
Su cliente era Moreno Valle, su subcliente: Manuel Cota.
2.- Pero las derrotas no son aisladas
Cuando aflora el sentimiento de perder una elección, los más afectados son los seguidores de los candidatos que se ven en condiciones complicadas de subsistencia política. En esta jornada no solo perdió el PRI, también el PES, dos candidatos independientes, y el de Morena. Antes de ello, ellos mismos dejaron rostros desencajados en todos los demás partidos que vetaron candidatos.
La historia de las derrotas es muy larga. Proyectos políticos se perduraron por más de tres décadas en busca de la condición de ser gobernador y que abortaron. Personajes hay muchos. Incluso en la familia Echevarría se asomó la derrota en varias ocasiones.
Toño era el perfilado para ser diputado federal en 1985 y finalmente fue Félix Torres Haro. Para 1996 fue precandidato a la presidencia municipal de Tepic y en una asamblea, fue de nueva cuenta ajusticiado por Félix Torres que se convirtió en candidato.
En el 2005, Martha Elena García pretendió ser abanderada a la gubernatura y los partidos ahora coaligados y antes también, la rechazaron. La señora declinó. Seis años después, en el 2011, la misma perdió la elección en dos ocasiones, una cuando se les rajó el PRD y la otra en las urnas frente a Roberto Sandoval.
Y ustedes mismos, que más de alguna vez acariciaron la posibilidad de ingresar al servicio público y se quedaron con las ganas.