Los peligros de la prensa

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Los peligros de la prensa
Por Jorge Contreras Flores

Cuando incursioné en el periodismo, quedé advertido por amigos, de que exponía mi vida, pues decir la verdad, molesta a tanta gente que no sabes de dónde saldrá tu verdugo. Son tan cobardes, que ni siquiera te dan la cara, solo te matan.

La primera reflexión que tuve fue, de que si pasara algo, que pasara pero no de frente. O sea, morir asustado no es de mis ambiciones. La segunda fue de que la gente tiene mala idea del papel de la prensa. No todo es como se piensa.



Mi primera acción fue ir a la hemeroteca a ver el contenido de la prensa local. Noté de inmediato la imparcialidad en la redacción. Sería valeroso como todos ellos.

Cuando comparé los periódicos con los calendarios, descubrí que la prensa era Insurgente, valiente; y expuestos cuando un político no llegaba al poder o cuando ya salía. Miéntras duraba en el poder, resultaba todo lo contrario. Apunté todo en una libreta.

La generación de periodistas que me antecedieron como los que después de mi, en varias ocasiones estuvieron en riesgo y hasta fueron hospitalizados.

Diabetes, hipertensión arterial, diálisis. Todos los periodistas habían sido amagados por ricas viandas y licores. El poder público nos hizo alcohólicos y glotones.

Aquí en Nayarit los actos más represivos que ha sufrido la prensa, es que te dilaten el pago de una factura.

Visto esto, seguí las reglas con algunas modificaciones. Por ejemplo, en vez de ser fiero con los aspirantes, no hablaba ni escribía de ellos; de los que ya no estaban en el gobierno, hablaba bien de ellos, nunca para que se arrepientan de no haber ayudado en su cargo.
Lo que seguí al pie de la letra fue hablar y escribir mejor del que estaba con el poder. Pero renuente a asistir a comelitonas, el código que me movió no de rechazo por rechazar.

Solamente odio que suban los codos a la mesa.
Gracias a ellos, sigo vivo y sano.