Diabetes gestacional e hipertensión aumentan la posibilidad de un parto prematuro.
Un bebé prematuro, o pretérmino, es aquel que ha nacido antes de haber completado 37 semanas de gestación. Según el momento de su nacimiento, los bebés prematuros se clasifican en:
- Prematuros extremos (menos de 28 semanas).
- Muy prematuros (de 28 a menos de 32 semanas).
- Prematuros moderados a tardíos (de 32 a menos 37 semanas).
A nivel mundial, se estima que anualmente nacen alrededor de 15 millones de niños prematuros; 60% de ellos, en África subsahariana y en Asia meridional. En México, cada año se registran más de 200 mil nacimientos prematuros.
Los bebés que nacen antes de las 37 semanas de gestación no están totalmente preparados para la vida fuera del vientre materno. Pueden tener bajo peso, perder calor con más facilidad, requerir ayuda para alimentarse o tener dificultades respiratorias y ser susceptibles a infecciones. De ahí que sea necesaria la atención especializada por parte de las unidades de neonatología, a fin de lograr que los pequeñitos salgan adelante.
Aunque no se conocen las causas exactas de los partos prematuros, y no hay ninguna prueba que permita predecirlos con exactitud, se sabe que existen algunos factores de riesgo que aumentan la posibilidad de un nacimiento pretérmino. Entre ellos se encuentran:
- Antecedentes de partos prematuros.
- Hipertensión arterial.
- Diabetes gestacional.
- Embarazo en la adolescencia.
- Fumar.
- Beber alcohol.
- Consumir drogas.
- El estrés.
Ya que varios de los factores de riesgo para tener un nacimiento prematuro están relacionados con los estilos de vida, llevar una vida más saludable es una manera de reducir el riesgo de un embarazo pretérmino.
Aunado a ello, la atención de calidad durante el embarazo es ayudará a que la gestación sea una experiencia positiva, por lo que es fundamental acudir a las citas de seguimiento obstétrico.