BRUJULA CORA
Por el Sr EMO
En la historia no tan reciente de Nayarit, vale recordar que a la tierra de coras, huicholes, tepehuanos y mexicaneros han llegado antes, como delegados federales y otros como colaboradores cercanos de gobernantes, para brindar asesoría en todo lo habido y por haber. Muchos de ellos destacaron por su efectividad y audacia.
Será tema de varios días el recordar, desde el sexenio de Julián Gascón Mercado, hasta nuestros días.
Rubén Zuno Arce, jalisciense, cuñado del controvertido presidente Luis Echevarría Álvarez. Procurador de Justicia de Nayarit con Roberto Gómez Reyes. Fue nefasto, perpetró despojos a familias humildes de Tepic. El gobierno norteamericano lo detuvo por presuntamente estar involucrado en la muerte de un agente de la DEA y murió en una cárcel norteamricana.
De Veracruz, Joaquín Cánovas Pouchades. De Zacatecas, Miguel Medrano Covarrubias
Hay los que tienen origen y destino, pero hay otros notables y distinguidos aventureros afortunados con estrella que solamente tienen destino. Es decir, no se conoce de dónde vienen, cómo es que llegaron y quién los jaló a ésta tierra de la que pudieron comprobar que sigue siendo virgen y con grandes oportunidades para los negocios.
Juan Enrique Suárez del Real Tostado, por ejemplo, tiene destino que es Nayarit, pero no origen. Sin embargo, es un gran y fino caballero, con la palabra y la mirada de un seductor. Sabe cobijarse y moverse entre los pasillos del poder. Su llegada la hizo en el Cuatrienio. Vendedor de letras gigantes con las que se formaba “BIENVENIDO A SAN BLAS”, “CEBORUCO”, “JALA”, entre otros detalles, logró asentarse y cobijado siempre de los siempres por muy bellas jovencitas edecanes unas, y otras expertas en el ramo de las relaciones públicas, le ayudaron a que su transitar fuera sin tantos tropiezos y sobresaltos. De ahí, apareció en la Asociación de Hoteles y Moteles de Tepic. ¿Cómo así si no era ni hotelero? Ah, buscó la gerencia de aquel exhotel Corita propiedad de Jesús Avilés Palma, tío de Héctor “El Güero” Palma”, asegurado por la desaparecida Procuraduría General de la República (PGR) y que posteriormente esos bienes fueron regresados a sus dueños y éste hotel cambió de nombre. De ahí la suerte de Suárez del Real Tostado. Se catapultó. Y desde uno de los espacios del mismo hotel comenzó a manejar su oficina y el cobro del porcentaje por cuartos ocupados en hoteles y moteles. Para él ya nada era desconocido. DE ahí comenzó a viajar mucho a Tijuana y a lo que es ahora “Nuevo Nayarit”. Ahí vió que el potencial económico era enloquecedor. Nada que ver con lo que se movía en la capital nayarita. Nada más que en ese terruño ya había otro más vivo que él, experto en el arte der embaucar presuntos incautos aunque con gran experiencia en la hotelería, y éste fue nada menos que jefe de prensa y Secretario de Turismo con el exgobernador en desgracia y preso en el penal federal de El Rincón, Roberto Sandoval Castañeda, se trata del flamante Raúl Rodríguez Pérez, “El Rorro”. Más de seis años trabajando el terreno con italos-americanos e italianos procedentes de Canadá y que lograron amasar enormes fortunas con la construcción de hoteles y restaurantes, así como discotecas y otras cosas más. El paraíso era de ellos y de nadie más. Osaron bautizar ese terruño como “Nuevo Vallarta”. Eran implacables. No permitían que nadie, autoridad alguna, entrara a sus dominios. Pero con la llegada de Miguel Ángel Navarro Quintero se les acabó el corrido. Cambió de nombre: “Nuevo Nayarit”. Comenzó el dolor. Empezaron a presionar a su empleado Raúl Rodríguez Pérez, “El Rorro”, para que hiciera algo. Nada, nada pudo hacer. Miguel Ángel no vino a jugar. Les cambió todo. Bueno, casi todo.
Hoy el Rorro lanzó una de sus cartas “secretas”, nada menos que a la talentosa y hábil Silvia Duarte, gerente de “Grupos y Eventos” del Fideicomiso de Promoción Turística, brazo derecho de Marc Murphy (expresidente de la Asociación de Hoteles y Moteles), esposa de Israel Díaz Pelayo, propietario del bar “Alquimista”, quien sigue en los “cuernos de la luna”, pues gracias a su mujer y a Juan Enrique Suárez del Real Tostado, en el terreno de facturaciones a FIPROMOTUR todo sigue igual y mejor.
Llegó y a donde sí hay. Raúl Rodríguez Pérez, “El Rorro”, es más listo de lo que se piensa. Rizzuto está de plácemes. Su empleado de primer nivel sabe trabajar la plaza y hasta este momento, la brújula la llevan sin tanto sobresalto.
Y éste es el grupo que hoy es investigado por el gobierno nayarita, aunque cuentan con otra carta con la que se sienten protegidos, un allegado al guanajuatense Vicente Fox Quezada y al que Antonio Echevarría Domínguez, cuando fue gobernador, le regaló una Notaría misma que fue concedida a José Luis Reyes Vázquez la cual es la número 31…Aunque esa es otra historia. Todo se cruza. La brújula sigue…