«BELLAVISTA», CON MANUEL IBARRA, CRONISTA DE PUEBLOS

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“BELLAVISTA”

LA FÁBRICA, EL FÚTBOL Y SU GENTE

 

Por PROFR. MANUEL IBARRA LÓPEZ

 

 (PRESENTACIÓN A LA SEGUNDA EDICIÓN)

HECHA POR ALEJANDRO GASCÓN MERCADO, EN SEPTIEMBRE DE 2004, 5 MESES ANTES DE SU FALLECIMIENTO (17 DE FEBRERO DE 2005)

 

En el año de 1998 apa

ALEJANDRO GASCÓN MERCADO
ALEJANDRO GASCÓN MERCADO

reció por primera vez el libro de Manuel Ibarra López, “El Mil”, titulado “Bellavista,             Añoranza”. A esta primera edición, Salvador Castañeda O’Connor le hizo una presentación certera, con la agudeza que él tiene para lograr lo esencial de cada asunto. Es muy completa y ya forma parte del texto de este libro.

Manuel había publicado con anterioridad otros pequeños libros sobre Bellavista en relación con la fábrica y el “Club Deportivo Bellavista”, además de otro sobre “Bellavista, La pura Broma”.

En los tres hay una muestra clara del conocimiento profundo que tiene Manuel de su pueblo y de su entrañable cariño. “El Mil” se ha especializado en ser un cronista acucioso de la historia y de las costumbres de algunos pueblos donde ha vivido o convivido estrechamente con sus habitantes.

Tiene en su haber una crónica casi religiosa sobre Mexcaltitán. Un recorrido desde el pasado hasta el presente de Tuxpan, Nayarit, y un reportaje múltiple de la historia política y social con las intimidades del pueblo de Bellavista.

Podemos llamar a Manuel “Cronista de Pueblos y es un representante auténtico de la Clase Obrera del Estado de Nayarit”.

Es hijo de doña Crescencia y de don José, dos obreros de Bellavista; su clase social no tiene confusión, está clara, es por sangre y por ideología.

Él nació y creció en Bellavista, por eso su temperamento es bellavisteño y su desarrollo fundamental desde el punto de vista político y social lo construye en Tuxpan, Nayarit, por eso tiene el carácter tuxpeño y por eso promueve de manera natural la alianza obrera campesina.

En el camino contrario se desarrolló Pedro Elías, que nació en Tuxpan con temperamento tuxpeño y se formó política y socialmente en Bellavista con carácter bellavisteño.

Pedro Elías fue uno de los hombres más destacados de la clase obrera de Nayarit y de los políticos más limpios que junto con su hermano Enrique, fue promotor de los primeros movimientos obreros del país en la fábrica de Bellavista, sobre todo el de 1905 que tuvo una gran trascendencia y que participó en los primeros años de constituido el Estado de Nayarit.

Un bellavisteño y un tuxpeño unidos en el tiempo y con ideales semejantes a favor de la liberación del hombre con el socialismo.

Manuel fue un buen profesor, apasionado de la historia y de nuestro idioma, que por ser ranchero lo hace muy bien. Por eso lo narrado sobre la historia de Bellavista es de alto valor, como investigador y como intérprete de los episodios revolucionarios de este pueblo. Es un hombre de muy buen humor, de ahí que la narración de las costumbres y del humor de sus pasiones esté muy bien narrada en la parte escrita en broma de esta segunda edición; él mismo es personaje de alguno de los cuentos que son verídicos y que aquí, en esta segunda edición se narran. Y hay un tercer libro que habla con mayor profundidad del origen de la fábrica de Bellavista, de sus construcciones y explotadores, con un lenguaje adecuado que no merecen algunos de estos personajes que explotaron a los obreros sin misericordia.

En una muy buena investigación se habla de todos aquellos que participaron en la construcción del futbol en Bellavista, desde sus inicios, señalando sus victorias que llenaron de orgullo a este pueblo a nivel regional, estatal y nacional. Aún para los que no comprendemos este deporte que conduce con los pies la pelota y la dirige con la cabeza. Nos resulta interesante ver cómo el fútbol educó en la organización a varios que después fueron dirigentes políticos, sociales, el propio “Patato”, como conocen a Manuel en el futbol, fue muy buen jugador y Rafael Martínez Llamas que fue el dirigente más destacado de los obreros bellavistenses, como jugador de lucha.

Ahora Manuel tiene su actividad fundamental en Tuxpan, Nayarit, donde trabajó de maestro de enseñanza secundaria muchos años; llegó a subdirector de la secundaria “Heriberto Jara” y durante décadas fue un director verdadero.

Luchando por el pueblo de Tuxpan sin descanso, pagó a Pedro Elías su contribución a Bellavista y también como él, promovió la alianza obrero-campesina, como él fue un magnífico tipo independiente de los burgueses y ligado a los trabajadores de la ciudad, del campo y del mar, de las lagunas y de los esteros.

Hay que leer los libros de Manuel, que contribuirán a informar sobre la sensibilidad de este pueblo nuestro y a pasar ratos agradables con su lectura. En momentos difíciles de la lucha electoral participé como candidato y, antes de triunfar en todo el Estado, ganaba en dos pueblos: en Aután y en Bellavista. Cuando triunfamos y formamos parte del XXVI Ayuntamiento de Tepic, dimos instrucciones a todos los funcionarios municipales, de todo tipo, que en ese municipio había privilegiados: los niños, los ancianos y los bellavisteños y no se les podía tocar. Estos últimos se burlaban de todos, muy conscientes de que eran muy influyentes por su contribución histórica al movimiento obrero.

Manuel tuvo un hermano que murió, Reyes; en el curso de la vida supo conseguir muchos hermanos; el más cercano a él es Pablo Pérez Ulloa, tuxpeño de nacimiento, buen maestro de banquillo, buen dirigente sindical, buen beisbolista, buen cantante, un excelente militante de la causa del socialismo y un poeta magnífico. Esto simboliza, mirando hacia el pasado, la alianza de los bellavisteños hermanos Elías y de Antonio R. Laureles, dirigente campesino de Tuxpan.

Tuxpan y Bellavista son dos centros de acciones revolucionarias de Nayarit; conocer su historia es una necesidad cultural. Los libros que Manuel ha escrito aportan conocimientos históricos del Estado y son agradables. Yo se los recomiendo, también como un reconocimiento al “Mil”, al “Patato” o Manuel Ibarra, como quieran llamarle. De todas maneras entiende.