BRÚJULA CORA
Por el Sr EMO
Ayer Miguel Ángel Navarro Quintero andaba, como siempre, con la guadaña muy filosa. Entre infinidad de temas, salió a relucir el caso FONATUR (Fondo Nacional de Fomento al Turismo). Ahí, antes de entrar en materia, instruyó a su Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana. Dijo: “Benito debe ser implacable”. Y de ahí se fue al comentario sublime: “Con FONATUR hay una serie de cuestionamientos severos, porque FONATUR tiene propiedades en terrenos del estado, y hay situaciones que están gravemente bajo sospecha. ¡Gravemente bajo sospecha!. No quisiera que los campos de golf hubiera un comodato también a 99 años”. Y se fue al terreno de los hechos: “ Pero, además, yo le he pedido a Benito, y discúlpenme, porque hay gente que quiere invertir y que manda por mientras a otros a invadir. Y esa a mí ya no me la pegan. Ya estoy muy viejo para que me estén jugando el dedo en la boca. Ya estoy muy viejo, ahí no me la pueden jugar”.
Todos atentos, observando la palabra que lleva candela, explosividad.
Antes, ya había hablado de quienes a través de los sindicatos se sentían con el poder para hacer tronar el chicote y ellos, sus dirigencias, gobernaban desde una mesa consumiendo menudo y a veces la cuchara se les hacía pequeña y con las dos manos agarraban el plato para llevárselo a la boca y darle sus sorbos importando poco los modales de urbanidad.
Dijo Miguel Ángel: “No vamos a tolerar el hecho de los comisionados. Y los comisionados tendrán que restituir el salario de los meses que no estuvieron en su centro de trabajo. Porque, de lo contrario, la responsabilidad será para los que estamos en las instituciones. Y ahorita se nos está ya, en el caso de Educación y ya pronto en Salud, por parte de la Auditoría de la Federación, cobrando, teniendo un mal manejo financiero, maestros que estuvieron comisionados y que no estuvieron en el aula. Los sindicatos no pueden comisionar. La autoridad no puede comisionar. Cada quien tiene que estar desempeñándose en su centro de trabajo. Si no fuera así, será observado inmediatamente por la auditoría de la federación y se solicitará el fincamiento de responsabilidades, si alguien hubiera avalado, y se cobrará a aquel que no se hubiera desempeñado en su centro de trabajo las percepciones que recibió sin haber estado en ella. Ahí no habrá disculpas. Seremos implacables y estaremos haciendo la defensoría del derecho social. Porque de nada servirá, unidades de salud equipadas si no hay médicos, si no hay enfermeras, o si no hay maestros en el caso de las escuelas. De tal manera que debe de ir unido una cosa con lo otro”.
Unos mil 200 comisionados y 100 en comisión que se están discutiendo. Y ahí volvió a ser claro: “No vamos a dejar a nadie comisionado. Porque si fueran a un desempeño sindical, el abordaje es otro y deben de dejar su plaza, para que sea ocupada por quien necesite ocuparla. Ya no podrán trasladar, por ningún motivo, sus plazas, a donde ellos quieren, si no que estarán ubicadas donde se necesitan. He dado indicaciones en el área de la Salud, que se pare todo el proceso de ocupar plazas que se están pensionando hasta que hagamos una reorganización general. Porque por decir un ejemplo. En ocasiones se necesita un chofer, y hay 10. Entonces, vamos a ver cuántos choferes, cuántos camilleros, cuántos administrativos se necesitan, y los otros recursos tratarlos de distribuir en los niveles de atención que se requieran, en las especialidades que se requieran. Aquí ya se acabó el tiempo, ya se acabó uno tú, uno yo y nos repartimos. Ya no. Aquí se boletinan plazas desocupadas y entra la gente que como mexicanos, todos, tienen derechos. Y habrá de hacer un examen de admisión y el que tenga mayor cumplimiento de perfil, será el que entre. Si hay molestias en unos sectores, lo lamento. Las funciones se harán en el gobierno, no en otras áreas que antes pudieran haber sido las que decidían”.
Y sin mencionar su desconfianza por la Universidad Autónoma de Nayarit, esto por la creación de dos facultades de Medicina, su ubicación tendrá otro destino.
“Yo creo que hay universidades sub ocupadas. Y es parte del planteamiento que voy a hacer. Por ejemplo, ¿cuáles? La Universidad Politécnica. La Universidad Tecnológica. Y con ello empezar a generar una competencia de instituciones públicas, y desde luego también privadas, para ver la calidad educativa cómo se está reflejando. Porque a veces nos hemos distorsionado. Estamos haciendo hospitales, estamos rehabilitando unidades, lo mismo en Educación, pero la calidad no va ahí. La calidad se opera dentro de las unidades. Y es lo que tendrá que evaluar la población en el indicador que es el indicador de satisfacción”.
Sobre el caso de la normal Experimental de Acaponeta, nuevamente Miguel Ángel Navarro Quintero lo tocó, pero ya más claro y donde en una sede alterna se está dando clases.
De ahí, de la Ciudad de las Gardenias, dijo: “El director de la Escuela Normal de Acaponeta, tenía 45 años en el puesto. La subdirectora, su nuera. La administradora, su comadre. Y se hizo un núcleo cerrado que yo no voy a permitir. Que quede muy claro. Además, son decisiones del Gobernador. Al maestro no lo conozco, pero tiene un curriculum de respeto. Las instituciones públicas no pueden ser feudos particulares. Y si va de por medio la estabilidad de mi gobierno, prefiero caer de Gobernador, pero no voy a ceder…” Ah la brújula andaba que no hallaba por dónde…