En cuentos
LLAMADAS A MEDIANOCHE
Por Jorge Contreras Flores
El teléfono convencional hace aproximadamente 22 años no contesto, el celular solo números registrados. En la noche dejé en la cama y en la madrugada, flashazos de luz me despiertan y contesté.
La señora de un amigo me dice que su marido no está en casa y que vaya inmediatamente. Mi preocupación en ese momento es, «y si llega». Me explica entonces parte de lo qué ella sabe, yo deduje lo demás. No hubo necesidad de ir a su casa, sino a donde se que le gusta irse.
Casi seguro de encontrarlo, me fui a Pantanal y luego Torcí por una brecha rumbo a San Jose de Costilla. Hay un lodazal por todo el camino, mismo que José -le pondré así para no delatar a nadie-, sabe que eso le impide a curiosos, meterse por esos lugares.
Lo encontré afuera de su carro, platicando con un policía municipal. Antes de que me dijeran que andaba haciendo allí, grité: » estamos de preocupados y vine a ver que te pasó».
El policía que estaba en la camioneta dijo lo que le había pasado hasta que ellos llegaron. Estaba encuerado junto a una mujer encuerada, antes de eso deben de haberse tomado cerveza, pues hay botes tirados y en el carro no hay llenas. Un policía es bueno para deducir. Estaba por eso detenido.
Mi deducción entonces fue que si estaba detenido a la intemperie, es que no era tan grave y un milagro podría superar el incidente. Dije a favor de José la caída de lo sucedió.
Él padece claustrofobia, y ella no se, pues tiene tapada la cara. Por eso fornicaban en los cañaverales. Seguido de esto, propuse 500 por cabeza, para dar credibilidad a mi dicho.
Al momento de mi dicho, la policía humanitaria se retiró. Ahora vendría la explicación a las familias. Fue fácil lo de él, llamé a su casa y dije que se ponchó, no trae gato, llave de cruz y se le descarga el celular.
Lo de ella fue mas complicado. La llevé al Hospital Central y le recomendé se sentara en las escaleras. Llamé al marido de un teléfono público y le dije la verdad.
Estoy saliendo de emergencias del hospital, su mujer aquí está, creo la asaltaron. Esta bien, venga por ella.
Me regresé a dormir, después de mis buenas acciones.