BRUJULA CORA
Por el Sr EMO
Pegar donde más duele: en el bolsillo.
Pero lo que el régimen del gobernador Miguel Ángel Navarro Quintero está llevando a cabo, desde que llegó, es rastrear el desvío y la fuga de capitales que dejaron a Nayarit en la bancarrota. Y se arrancó desde donde estaba la panacea: el Fideicomiso Bahía de Banderas. Exgobernadores que se hicieron de patrimonios insultantes a los ojos del pueblo empobrecido, entre ellos Celso Delgado Ramírez, Rigoberto Ochoa Zaragoza, Antonio Echevarría Domínguez, Ney González Sánchez, Roberto Sandoval Castañeda y Antonio Echevarría García. Todos y cada uno de ellos, cobijados al amparo del poder temporal tienen lo que tienen, unos más, otros menos, pero de que tienen, tienen.
La investigación que lleva a cabo uno de los hombres de confianza del gobernador Miguel Ángel, el asesor Gabriel Camarena, ha ido, poco a poco, desmenuzando un rompecabezas que parecía no tener inicio ni fin. Se ventilaba y contemplaba complejo en un principio. El cerco se fue tendiendo y comenzaron a recuperar cientos y miles de hectáreas en lo que antes se llamaba “Nuevo Vallarta” y hoy es “Nuevo Nayarit en Bahía de Banderas. Autores materiales e intelectuales en la trama, parecía una trama complicada hasta que comenzaron a hablar los involucrados y que fueron los que dieron pie al trabajo que hoy está ejecutando la Fiscalía General de Nayarit: el aseguramiento de residencias en un coto de Cruz de Huanacaxtle, propiedad de Ney González Sánchez; otro tanto en Compostela (desde los límites de la propiedad mutimillonaria de Costa Canuva hasta Peñita de Jaltemba), así como las propiedades en la bahía de Matanchén en el municipio de San Blas. Y hoy, varias propiedades en el fraccionamiento Bonaterra de Tepic, y otro tanto más que están por asegurar.
Los antes conocidos “testigos protegidos” hablaron y aportaron pruebas contra Ney González Sánchez. De eso ya no hay la menor duda. Compadres y muy cercanos al exgobernador optaron por acogerse al sistema de “criterio de oportunidad”, antes “testigo protegido”.
Es obvio que la investigación arrancó desde cuando el despojo que fueron objeto pescadores del desaparecido “Coral del Risco” y que hoy está el Four Season en Punta Mita. A los pescadores les quitaron su patrimonio, su playa, su iglesia, su cancha deportiva. Celso Delgado Ramírez comenzó y terminó cuajando la barbarie Rigoberto Ochoa Zaragoza, torturando y encarcelando a las cabezas inconformes de esos pescadores.
Pero, los “testigos protegidos” soltaron documentación que en su momento guardaron, sabían que algún día podría pasar lo que hoy y no habría poder humano que los librara de la cárcel.
Los tres magistrados allegados a Ney González fueron los primeros en aportar todo tipo de evidencia. Se vino con ello el “tsunami” para el hijo de Emilio M. González Parra. Le pegaron en el bolsillo: aseguramiento de cuentas bancarias, residencias, casas, predios y demás. La catástrofe.
Pasaron seis años de Roberto Sandoval y cuatro de Antonio Echevarría García. Llegó Miguel Ángel Navarro Quintero y en menos de un año actuó en consecuencia.
De Ney, hasta el momento, no se sabe nada y mucho menos se sabe nada si ha preparado la batalla legal para impedir que la Fiscalía le entregue todas y cada una de sus propiedades, pues en un actuar con “sigilo profesional” se fueron con todo y dejaron a Ney y su familia ahora sí que sin nada, como si se tratara de una terrible pesadilla.
Es un golpe demoledor de la Fiscalía General de Nayarit. De ello no hay la menor duda.
Los pensamientos catastróficos de la familia y amigos de Ney González, están presentes. Jamás imaginaron que una investigación aparentemente de hechos pasados les llegaría en cascada arrastrándolos en el presente.
Hoy Petronilo Díaz Ponce le hizo saber a un reportero que a él no le suda nada, ello porque se mencionó que Antonio Echevarría García, exgobernador del Cuatrienio, hizo algunas cosas en el crucero de San Blas, así como otras frente al crucero de El Tonino.
En fin, será sobre la marcha si jueces federales echan abajo el trabajo de Petronilo y Rodrigo Benítez Pérez, quienes en la manga tienen todavía lo aportado por los “testigos protegidos” que se cobijaron en el “criterio de oportunidad” para entregar en charola de plata a su compadre y benefactor Ney González Sánchez.
Lo que sí queda y muy claro que el gobernador Miguel Ángel Navarro Quintero no vino a quedar bien ni con Rigo, ni con Celso, mucho menos con los Echevarría, llegó a cumplirle al pueblo de Nayarit y para ello no tiene –y lo ha dicho una y varias veces- ni compadres ni amigos.
La brújula contempla un escenario catastrófico para exfuncionrios de primer nivel de sexenios y cuatrienio pasado, sin olvidar a algunos expresidentes municipales que de la noche a la mañana se hicieron de mulas Pedro, pero sin “criterio de oportunidad”.