Por el Sr EMO/Censura
QUIEN LO DIJERA, Leticia Araiza Galván salió más hambrienta que la señora de Pantanal, implementó un dispositivo de “radar sorpresa” en diversas avenidas de la capital nayarita, donde se plantan sobre un carril cuatro motociclistas de la policía vial, con uniformes oscuros, sin señalamiento alguno, pistola de radar en mano comienzan a interceptar vehículos argumentando “exceso de velocidad”. Lo curioso es que Tepic carece de señalamientos que orienten sobre la “velocidad máxima”. No hay una sola palmeta que señale la velocidad mínima o máxima. Y aquí Leticia Araiza Galván, desvergonzada, comenzó a hacer de las suyas sabedora de que jamás volverá relevar a una chiquilla como la de Pantanal, a quien en días pasados se le vió pidiendo camarón a las vendedoras ambulantes, mismas que tuvieron que regalárselo “por los apoyos brindados”. No, no, no. Tal para cual. Una por grande y otra por chiquita, pero igualitas de conchudas. Y, si bien es cierto que el gobierno de la capital nayarita es autónomo, éste actuar de utilizar el “radar sorpresa” que no es otra cosa que robar a conductores de vehículos, muchos fuereños, algunos locales, deja mucho que desear. Ciertamente urge que las avenidas de Tepic se señalicen, que los semáforos estén bien coordinados, que se vea que hay orden en la señalización; pero no, no existe nada de eso. Ésta modalidad del “radar sorpresa” en las avenidas de Tepic debió de darse desde siempre, pero no se hizo hasta la llegada de algunos colaboradores de Edgar Veytia que integran el gabinete de Araiza Galván. Hoy los uniformados con charola su encomienda es andar sacando recursos de aquí, de allá y de acullá. De repente se ven patrullas por el rumbo de El Tecolote quitando placas a ingenuos que van a hacer ejercicio o natación y que se estacionan donde no deben, sea entre semana o en fin de semana, de día o de noche, los sinvergüenzas con charola ahí andan. Lo mismo hacen en las colonias, van en algunas ocasiones con un objetivo determinado: poner engomados a vehículos que creen abandonados. Otro negocio. Ponen la calca en el cristal y al día siguiente ya está la grúa que arrastrará el vehículo al corralón y el gran negocio de la “Ley de Herodes” con la constitución local en sus manos. Una vez éstos mismos policías intentaron hacer ésta travesura de querer poner engomados a veintenas de vehículos oficiales de la Fiscalía que tiene abandonados a espaldas del CETIS 100, pero ahí recibieron la advertencia de atenerse a las consecuencias, pues serían acusados de robo agravado y optaron por no meterse en camisa de once varas. En fin, la brújula no anta tan desorientada, ya se prepara para el proceso electoral en puerta, pues el chisme está con todo y en todo…