Antorcha Política
Por Jorge A. Contreras
1- La descomposición de los escenarios
En 1975 a Rogelio Flores Curiel no le había dejado mucho margen de maniobra. Primero fue acotado en la nominación de los candidatos a Presidentes Municipales y a Diputados por el corporativismo existente. Ya era candidato y las elecciones estaban competidas, no le dejaron un solo candidato a diputado para la Décima Octava Legislatura y aceptar que el liderazgo del Congreso lo decidieran en otro lado.
Le costó trabajo al Coronel componer el escenario. Primero estranguló a los ayuntamientos que rivalizaban contra él, Tepic –entre ellos. Aprovechó haber sido compañero de escaño en el Senado de Carlos Jonguitud Barrios en la L Legislatura y empezó a permear a Liberato que ya era el hombre fuerte de la Sección XX. Rogelio para efectos magisteriales se recargó en la sección 49 y en marzo de 1977, destituye a Liberato de la dirigencia del Congreso.
Seis años después, en 1981, Emilio González se las llevó todas consigo: su candidatura y la de alcaldes y diputados. Muchos provenientes de otros sexenios como Héctor León Díaz López y nuevos cuadros, como Lucas Vallarta o Ramón Peraza Camarena. El Cetemista no tuvo conflicto alguno en la designación de candidatos al Congreso. Pero en las Presidencias Municipales sí, como en Tepic donde se enfrentan tres Presidentes del PRI Estatal. Del de Roberto Gómez Reyes: Ramón López Langarica, del de Rogelio Flores Curiel: José Manuel Rivas Allende y el de Antonio Pérez Peña, puesto por Rogelio y sostenido por Emilio. A Toño se le retiró y se le dejó el PRI; a Ramón se le venció y se sacó al Che Rivas.
Para 1987, Celso H Delgado tenía en contra a la nomenclatura priista local, su antecesor había puesto en funcionamiento la consulta a la base y Celso aprovechó para sacudirse a los candidatos a Presidentes Municipales. Llegaron solamente los de él. En el Congreso aceptó las propuestas corporativas y solo impulsó a tres candidatos a diputado, José Ángel Cerón entre ellos.
Para 1993, Rigoberto Ochoa Zaragoza tuvo un severo conflicto para designar a sus candidatos a Presidentes Municipales y de diputados, que se vio en le necesidad de cancelar su gira electoral para atender el reclamo de sus cuadros dirigentes. Finalmente no tuvo muchos cuadros en el Congreso, pero operó para que su coordinador de campaña, José Félix Torres Haro asumiera el liderazgo del Congreso.
Ya en 2014, Roberto Sandoval no contó con candidatos al Congreso, de hecho estaba en severo conflicto con la clase política que le había apostado jugar las contras a sus pretensiones. Les dejó prácticamente todo. Sin embargo, avaló el liderazgo de Armando García en el Congreso.
Esta vez el PRI, sin que aún no se haga oficial el nombramiento de Manuel Cota Jiménez al Congreso, se encuentra atado porque lo han reducido a las candidaturas plurinominales para él. El resto corre a cuenta del gobierno saliente, para un periodo igual al de él. Aunque algunos confían que de ganar, la indisciplina de los diputados llegará hasta la primera quincena.
2.- La política sin rencores
Hace 18 años, José Luis Sánchez González cuestionaba la postulación por el PRD de Antonio Echevarría Domínguez y se dirigía al entonces líder de ese partido, Andrés Manuel López Obrador, donde consideraba grave su postulación.
Hoy, aliado con el hijo de aquel que rechazara en el 99, ahora cuestiona a AMLO de generar confusión y convoca a la reflexión de que Morena se sume a Toñito. No lo van a lograr, pero al paso del tiempo, los agravios se van olvidando.
Hay que aprender que los pleitos no son por generaciones y veremos si la hija de José Luis al quedar fuera de la jugada, siguen en el empeño aliancista. Digo, ya que en el reparto del pastel, el PAN se quedó con Ixtlán del Río.
3.- No todo es para siempre, el caso del SNTE en Nayarit en 1990.
Después de entrevistarse con el presidente Carlos Salinas de Gortari, el líder moral del SNTE renuncia como presidente vitalicio al grupo Vanguardia Revolucionaria y al sindicato magisterial. Mañana el profesor Refugio Araujo del Ángel, electo secretario general en febrero pasado, solicitará licencia indefinida en su cargo ante el consejo extraordinario del SNTE y Elba Esther Gordillo será designada como nueva secretaria general del sindicato más numeroso de América Latina, quien al asumir el cargo declarará: “No permitiremos que el sindicato sea un botín de nadie, de nadie. No habrá reelección. Los estatutos no lo permiten”… El 22 de febrero de 1990, en Tepic, Nayarit, la profesora Gordillo, arribando por la puerta de atrás, rendirá su protesta como secretaria general definitiva en el congreso magisterial, en una tumultuosa y violenta asamblea, en donde abundaron los golpes y los empujones.
Años antes, el 22 de septiembre de 1972, con el apoyo del presidente Luís Echeverría, Jonguitud se apoderó del edificio del SNTE con un grupo armado de unas 30 personas y proclamó como secretario interino a su incondicional Eloy Benavides, desconociendo a Carlos Olmos, entonces secretario general. Así terminó el cacicazgo de Jesús Robles Martínez y Manuel Sánchez Vite, enemigos acérrimos de Echeverría. En enero de 1974, Jonguitud fue designado secretario general del SNTE. A partir de entonces había mantenido su poder sobre el sindicato magisterial mediante el grupo Vanguardia Revolucionaria, no obstante que la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación CNTE, le ganó tres secciones sindicales en Oaxaca y Chiapas.
La caída de Jonguitud y el ascenso de Gordillo obedecen a diversas razones: A principios de este año de 1989, la crisis magisterial llegó a su culminación como resultado el divorcio entre la dirigencia sindical y sus bases, por el autoritarismo de los líderes del SNTE, por su represión sistemática sobre los disidentes, por la reducción de los sueldos de los maestros por la crisis económica, por la penetración de la opositora Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación CNTE en varios estados y la capital del país, así como por el ambiente general de rechazo al PRI mostrado en las cuestionadas elecciones pasadas. Además Jonguitud había sido acusado de promover la candidatura presidencial de Cárdenas en las elecciones del año pasado.
En un artículo publicado en PROCESO el 1º de mayo de 1989, Homero Campa da cuenta detallada de los hechos sucedidos este día: …”Alrededor de las 10 horas, el ama de llaves, Yolanda García, le avisó que tenía una llamada telefónica. Era Andrés Massieu, secretario particular del presidente Carlos Salinas de Gortari, quien le pidió que fuera a Los Pinos porque el Presidente quería verlo. Al mediodía, Jonguitud llegó a la residencia oficial de Los Pinos…Media hora después salió con el rostro desencajado: había renunciado al liderazgo vitalicio del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación. Escasos treinta minutos bastaron para que se derrumbara el cacicazgo que por 17 años ejerció en el magisterio del país… Fue la Dirección de Comunicación de la Presidencia la que, a las 13:30 horas, emitió el comunicado 225, en el que informó: «El presidente de la República, Carlos Salinas de Gortari, concedió esta mañana audiencia al profesor Carlos Jonguitud Barrios en la residencia oficial de Los Pinos. Al final de dicha audiencia, y después de comentar la resolución del Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje, el senador Jonguitud Barrios informó su decisión de renunciar hoy a los cargos sindicales que ocupa como presidente nacional de Vanguardia Revolucionaria y como asesor permanente del Comité Ejecutivo Nacional de Trabajadores de la Educación».
Así de fácil.