LA SEÑORA QUE QUEBRÓ LA SILLA

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BRÚJULA CORA

Por el Sr EMO/Censura!

SE PENSARÍA que algunos expolicías y depredadores de cerros ya estaban en el “retiro espiritual” en el precioso espacio que los franciscanos tienen por allá en el Izote a las orillas de Tepic, pero no, más de dos años sin saber de ellos y como que el mes de Octubre del 2023 les gustó, y harto, para asomar la cabeza y con ello hacer su arribo triunfal a la palestra. Y por supuesto que con todo el derecho del mundo, pues tienen su corazoncito. Palpitan al redoblar de los tambores.

Los que andan de aquel lado, con la señora que quebró la silla con su obesidad, ya se vieron, pero esos son como los que no comen tamales por no tirar las hojas. Sí salen a que les tomen la foto en algún restaurante, en alguna chocomilería, menudería o taquería, pero hasta ahí.

En cambio los que ya se anotaron para formar parte de las filas de la científica sacaron sus mejores garritas y se perfumaron y se echaron el mejor de los gel para no despeinarse. Ensayaron el saludo y la sonrisa durante días enteros, ahí, encerraditos en el baño. Se veían una y otra vez al espejo. Buscaron el mejor tinte. Y ya prestos, con la sonrisa y el saludo ensayado, se lanzaron a la conquista de la calle y de quienes pudieran encontrarse en el camino.

Adahán Casas, expresidente municipal de Santa María del Oro, buscó hace poco más de 24 meses ser el chido de la capital nayarita. No llegó. Su problema es que andaba en la cancha equivocada, con la gente maleada, con los vendeespejos. No se le hizo. Hoy sabe que si sigue por el caminito que lleva a Belem podrá llegar sin obstáculo alguno y dirigir las riendas del municipio tepicense. Dinero tiene. Baste recordar que es un maravilloso depredador de cerros de la parte sur de Nayarit. También le sabe a la construcción. Dicen que le gusta exportar camarón pelao. Pero bueno, ahí está ya asomando el rostro, pelando la mazorca. Sabe que puede. De hecho se le vió muy juntito a un originario de algún lado la sierra y flanqueado por el dueño de las grúas de allá de Rosamorada, el expolicía Jorge Martínez Campos, excomandante de la Policía Estatal cuando el Cuatrienio que encabezó el gris charro Toño Echevarría García.

Hoy son otros tiempos, pues.

La hija de Carlos Iturbe anda entusiasmada, sabe que todo está saliendo a pedir de boca. De hecho, la señora de Oaxaca, Martha García, mujer de Antonio Echevarría Domínguez, sabe también que pese a que su marido se inclinó recientemente por la señora que quebró la silla, ella cuenta con sus propios dados que en su momento jugará. Y su marido ya antes había soltado la dominguera: “Y no tengo miedo”. ¿Debería de tener miedo por sus preferencias de optar de lengua por la quebrasillas? Ser hablador es su carta de presentación, sabe que el pueblo de Nayarit con “un taquito, un traguito” y un “ruidito” es fácil de manipular, pues para él la mayoría de los nayaritas “apenas tienen Cuarto de Primaria”. Uff. En cambio, su mujer, tiene otro tipo de preferencias, sabe que el camino está por donde anda la científica. Aunque en gustos se rompen géneros. Lo que sí es que el capital nunca se pelea, aunque haya otros perfumes y leña de otra chimenea.

Así que, en esta rebatinga se verá muy pronto cuántos restos quedan en el poso y de ahí se verá si la fuerza de la gravedad los levanta o los hace quedarse ahí. La brújula que han tomado algunos expolicías y depredadores, saben ya el caminito…